miércoles, 28 de febrero de 2018

Andrés Espinosa Becerra. Mi mesa y la mesa de Chávez


los martes
Mi mesa y la mesa de Chávez

Por Andrés Espinosa

A nuestras mesas que, en algún tiempo, contuvieron libretas, hojas, lápices, diarios personales, a nuestros brazos para depositar la cabeza y dormitar, les llegó el momento para ceder su mejor espacio a la computadora de escritorio, a la laptop, a la tablet, al celular; recibieron en sus recias o desvencijadas maderas a esa nueva magia, la maravilla de ver a los cercanos y lejanos, a los amigos de antaño y hogaño. Como muchos de nosotros, como tú, maestro, persisto en la costumbre de tener en la mesa el viejo lápiz, la antigua fotografía, hojas en diversos tamaños para apuntes de todo tipo, la pluma del último hotel con la amada, la infaltable fotografía erótica traída de París –porque conocen tus gustos y costumbres–, el botón de una blusa, confirmación de que definitivamente eres un cabrón, fetiche, por tanto gozoso; el boleto de taxi de una ciudad portuaria, que ahí se tiene como luz indicativa de que alguna vez se volverá a esa ciudad con puerto y en taxi. Por todos esos motivos se piensa en una mesa llena de libros, carpetas y papeles, una laptop, nueva compañera casi amante, y una jaula para un pájaro de figura y sonido inexistentes, porque en verdad la jaula lo que aloja son lápices y plumas, más no un triste pájaro prisionero. Chávez Mariano universo de la mesa de trabajo de Chávez Marín.





Andrés Espinosa Becerra nació en Córdoba, Veracruz. Es productor de radiofonía cultural y tiene publicados dos libros de poemas: Quinteto para un pretérito y Los días que no duermen. Hizo estudios de literatura hispanoamericana y cultiva un perenne gusto por el jazz, el blues y la música sinfónica.

León El Coco Reyes

Hijo, la herencia

Por León El Coco Reyes

Hoy recibí la exigencia de mi mamá, de 94 años, de que le herede lo suficiente para no preocuparse de quedar en el desamparo el día que yo muera.
Su máximo argumento es que en lugar de beneficiar a mujeres que solo han vivido a mis expensas y a las que nada les debo, porque nunca han visto por mí, con ella tengo una deuda nunca pagada, dice: te di la vida, te limpie el trasero, mamaste casi un año, te enseñe el catecismo y el temor a Dios; no sé quién te transformó en ateo, pero eso no es mi responsabilidad.
Además ellas son feministas y fueron a la universidad, a ver si es cierto que no necesitan de los hombres.
¿Quien lo merece mas?
Ante tales argumentos y frente a un plato de entomatadas, sopa de arroz y salsa de chile guerito, preparadas por ella, le aseguré que así lo haría, que heredará el 50% de mis bienes.
Se quedó tranquila. "No esperaba menos de ti", me dijo.
Yo me preocupé; ¿qué tal si es un presagio?
Ella se ríe a mandíbula batiente, cuando uno de mis hermanos le dice: “Mamá, sospecho que la muerte te trae traspapelada”.




León El Coco Reyes es licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Ha sido asesor y estratega de varios funcionarios y programas en gobiernos estatales y federales. Hoy es consultor independiente y escribe todos los días una columna de crítica y de relatos en su blog de facebook llamado León Reyes.

sábado, 17 de febrero de 2018

JChM. La nueva dramaturgia


IV. La nueva dramaturgia


Por Jesús Chávez Marín


―¿Qué pasó, güera?, ¿ya le echaste una ojeada al disquette que te traje el otro día?
―Claro que sí, Venustiano, por cierto: tiene muchísimas faltas e ortografía, oye, mídete, ¿no?
―Má, que te pasa maestra, yo soy dramaturgo, no pinche gramático; para eso están los correctores muertos de hambre que trabajan aquí, por algo les pagas, pa que te corrijan la ortografía y esas mamadas.
―Bueno, cálmate ¡cómo eres sanguíneo, Venustiano! Te voy a recomendar un curso de control mental en el Excelaris, te está haciendo falta. Y me perdonas, pero a tu mamotreto le falta estructura, no cumple con los criterios de la ID (International Drama).
―No seas payasa, güereja, ¿con quién crees que estás hablando?: nada más ni nada menos que con Venustiano Mireles, no con cualquier pelagatos de esos que se mantienen haciendo antesala en los inframundos editoriales.
―Ya, ya, bájale un poquito, ¿quieres?
―Tu viste que a mi obra le metí de todo: un obispo retirado, su novia, dos borrachines de Recursos Hidraúlicos, 33 ingenieros nucleares, cuatro putas del Bajarí, cinco violaciones hiperrealistas, siete rolas de Locomía y ocho teléfonos celulares en escena. Además ya mero la estrenamos, la están ensayando desde hace nueve meses unos actores del Centro Cultural El Gallito dirigidos por la famosa Roxana Mares.
―Pues será el sereno. De todos modos: o le das una pulidita a tu libraco o aquí te lo publico pura madre. Eso que te quede bien clarito, mi rey.


Agosto 1991

viernes, 16 de febrero de 2018

José Antonio García Pérez. ¡Alerta: Inminente!

¡Alerta: Inminente!, novela de Lourdes Bustillos



Por José Antonio García Pérez


Buenas tardes. Agradezco su asistencia para escuchar los comentarios que haré en esta presentación respecto a la novela Inminente, de Lourdes Bustillos.
Mi presentación inicia mencionando algunos aspectos técnicos generales que corresponden a la forma.
Las obras escritas están divididas en dos clases: obras expositivas y obras imaginativas.
Las obras expositivas divulgan el resultado de una investigación de una manera objetiva, dando a conocer los distintos aspectos que el investigador ha encontrado al observar un fenómeno determinado. Se centran en la exposición de ideas que el autor expresa. Hay obras expositivas científicas, didácticas y de divulgación.
Por otro lado, están las obras imaginativas, resultado de una investigación en que el autor interpreta lo que ve, es decir, es subjetiva, es decir, se trata de ficción.  Pertenecen a la literatura y esta, como todo arte, busca la belleza. Gracias a ella encontramos un mundo inventado o interpretado por el autor donde las ideas son manifestadas a través de los personajes. Las obras imaginativas se clasifican en ficción narrativa, ficción dramática y ficción lírica.
Por lo pronto nos ubicamos, con esta novela de Lourdes Bustillos dentro de las obras de ficción narrativa, en el género de novela tipo acción, aventuras y misterio.
Las voces narrativas en los diferentes géneros literarios suelen ser tres: primera persona, donde el personaje de propia voz no cuenta sus pensamientos y todo lo que pasa a su alrededor; es el caso de esta novela. Otras voces narrativas son las segunda, donde el autor, nos involucra a nosotros como lectores y una tercera voz narrativa que nos muestra el mundo visto por una especie de ser omnisciente, todo lo ve, todo lo sabe.
La novela de Lourdes Bustillos, Inminente, consta de 224 páginas y está dividida en 12 capítulos. El título de cada capítulo de alguna manera nos advierto acerca de lo que va ocurrir, algunas veces con cruel ironía, cito: capítulo VI, Los pecesitos tenían hambre, o aquel otro del capítulo VII, Primera llamada…primera, que se convertirá en una aterradora amenaza.
Otro recurso de la autora es el uso previo a cada episodio iniciando la lectura con una especie de epígrafe, que, desde mi muy particular modo de apreciación parecerían balazos. No se asusten, no estoy loco. Me explico. En el estilo periodístico, hay tres componentes de texto que aparece en las notas más importantes de la portada de un periódico: el balazo, que es una información, un dato importante relacionado con la nota informativa y que aparece antes del encabezado. Y el encabezado es la esencia de la noticia y se redacta en un tipo de letra mucho mayor que todos los demás, y que suelen ocupar todo lo ancho de la página; y en tercer lugar está el sumario, formado por datos cortos que resumen las ideas más importantes de la nota.
Una vez explicado esto, vuelvo a mi apreciación. Estos “balazos” funcionan como pensamientos o ideas del protagonista antes de iniciar el episodio, y también los podemos considerar como expresiones de monólogo interior, como por ejemplo, en el capítulo I Acción y reacción, cito: Es una extraña sensación, la he sentido por años y no me acostumbro al sabor de la victoria, fin de cita. (Bustillos, 2017,7). A mi me pareció una falsa modestia, que luego la puedo avizorar como una vanagloria, si no es que hasta como una actitud de pedantería.

La novela me atrapó desde la portada: un gran ojo que me  mira y en cuyo iris se ve que un cuerpo de hombre cae al vacío. Esta imagen  trajo a mi memoria dos ideas: el tema tenía que ver con El gran hermano, referente a la novela 84, de George Orwell, o sobre las conspiraciones de los Iluminati, o de aquellas películas de James Bond.
La palabra inminente me induce a pensar en algo tajante, que no espera y no se puede detener. Y así, Bustillos, desde las primeras letras nos muestra rasgos distintivos del personaje principal, cito: Me han llamado, cruel, tirano, frío, calculador. (Bustillos, 2017:7) Fin de cita. Con semejantes calificativos  viene a mi memoria el inicio del cuento del argentino Borges, en su cuento, La casa de Asterión, cito: Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Fin de cita. (Borges, 1988).
Esta confesión del personaje de la novela de Bustillos y su relación con el título (acción y reacción), nos avizoran un personaje más cercano a los villanos. Este primer capítulo abarca las páginas de la 7 a la 28.
Así, en el capítulo dos: Vivo o muerto, el balazo o monólogo interior reza así, cito: Al ver lo que hay en el bolso siento que la sangre hierve desde la punta de los pies hasta mi cabeza, fin de cita. (Bustillos, 2017,29).
En el capítulo III La joven promedio, el balazo o monólogo interior dice y cito: Las horas transcurren obedeciendo al flujo natural de la vida, sé que no debo llamar a Gael, pero no puedo con la incertidumbre, mientras tanto, Amanda no para de atosigarme argumentando que gracias a él, Carlos se encuentra en verdadero peligro. Fin de cita. (Bustillos, 2017:49).
Recomiendo poner mucha atención a estos balazos o monólogos interiores porque nos van dando pistas para entender la trama.
Es gratificante comentar que las locaciones, decir, los espacios donde ocurren los acontecimientos de esta novela, tienen lugar en algunas ciudades de Europa, particularmente Madrid e Italia, pero la mayoría de los eventos suceden en nuestra ciudad capital, cito: Conforme me voy acercando a Chihuahua  mi nerviosismo incrementa, ya no recuerdo cuándo fue la última vez que pisé esta tierra. Hace más de doce años, y solo por unos días. Fin de cita (Bustillos, 2017:22).
O referencia al clima extremo de nuestra ciudad, cito: Claudio conduce una Suburban negra de año reciente, son pasadas las tres de la tarde y hace un calor de la fregada, la primavera está llegando a su fin y el sol resplandece en todo su apogeo. –Ya había olvidado el calor de Chihuahua. Fin de cita. (Bustillos, 2017:25).
Cómo no tener la imagen de nuestra Catedral, cito: La transacción se va a llevar a cabo en la catedral, Claudio se adelantó para informarnos sobre el panorama. Las instrucciones son: llevar el dinero en el bolso de mujer que enviaron con el muchacho, obviamente pidieron a Amanda que lo hiciera… Fin de cita, (Bustillos, 2017:37).
Respecto a los personajes, en su mayoría son jóvenes treintañeros y veinteañeros que se ven envueltos en una complicada trama, cuyo tejido principal es un secuestro, a cuyo alrededor girarán las vidas de los personajes, donde Lourdes nos describe y narra un mundo que nos es muy familiar por su atmósfera actual, donde se acostumbra el uso de los celulares y los smartphones, con viajes constantes de Europa a México, particularmente a Chihuahua.
Lourdes maneja de manera excelente la psicología de sus personajes, desde los principales hasta los secundarios, estos últimos solo requieren de una cuántas pinceladas para poder identificarlo.
Los personajes principales son: el protagonista, el ingeniero Maximiliano Gasol, el antagonista, que vienen siendo el cabecilla de una banda de secuestradores, pero que nunca se sabe su nombre, lo que lo convierte en una especie de fantasma; Giulia, amante y asistente de Maximiliano, María José, primero la jovencita desenfadada que molesta a Max y que termina por ser algo más en la vida de este. Aldo, amigo y compañero de estudios en el MIT (Massachusetts Institute of Technology); Gael, también compañero del MIT con una formación militar que lo convierte en un sabueso sagaz  que siempre saca de apuros a Max  en casos difíciles, diríamos “oscuros”; Amanda, la madrastra, casada con Carlos Gasol, el padre de Max, y quien solo se refleja por los recuerdos que de él se tienen; los hermanos de Max, Denise y Diego y otros personajes secundarios, como Claudio y el agente Ortega.
La narración de Lourdes es impecable desde el punto de vista de proceso lógico, paso a paso nos va conduciendo y nos va involucrando en una trama que deja ver aristas que nos parecerán demasiado crudas, con lo que deja un toque muy realista.
No quiero dejar de mencionar los momentos de pasión y de manifestaciones de amor, que no podían faltar en esta novela con tantos ingredientes sabrosos.
Los invito a que compren y lean Inminente, novela de Lourdes Bustillos, y les advierto que una vez empezada la lectura, ya no la podrán dejar. Parece uno de esos maratones de series que vemos de principio a fin durante las vacaciones.
Gracias por su amable atención.

Bibliografía
Borges, José Luis (1988) “La Casa de Asterión”, en “El Aleph”, Buenos Aires, Alianza Editorial, Pag. 69.
Bustillos, Lourdes (2017), Editado en Chihuahua.





José Antonio García Pérez fue el primer autor de Chihuahua que escribió un libro de haikú, lo publicó la UACH, se llama Haikú: Bonsai de poesía. También uno de narrativa: Textiario: cuentos para entretener a la bestia que llevamos dentro. Es toda su vida profesor de literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde también fue director.