v/ lfr
La gran ausencia
Por Luis Fernando Rangel
1
El hombre
salió de la mano del creador:
vientre de
mujer madura,
para
enfrentarse a la gran ausencia,
el pecado sin
cometer
y a la
manzana podrida.
Salió para
soltar las palabras
que frágilmente
cayeron
como un
perdón.
Vientre cósmico.
Dedo creador.
Se encontró
solo
e intuyó su
naturaleza de humo,
vestigios que
por aliento
tuvo algún
Dios de fuego.
Dios ardiente
de llama viva.
Por eso, el
hombre arde
a su imagen y
semejanza.
2
La lluvia cae
como un recuerdo
de la
fragilidad y finitud del hombre.
Nos golpea la
cabeza
para hacernos
mirar arriba.
El universo
siempre estará ahí.
Por eso la
lluvia es fuerte e infinita:
puede dejar
de caer,
pero no se
acaba.
3
Del hombre solo
quedará polvo
y una que
otra cruz
perdida en el
camino.
4
El llanto del
hombre
es un
torrente para las hormigas.
Rompe las
filas perfectas
con las que
van en procesión
por el
sagrado camino.
¡Pobres de
ellas!
Cae la gota y
mueren.
Se ahogan en
el lodo
con el que
Dios, de niño,
jugó a
crearnos.
Nosotros
también parecemos hormigas:
caminamos
cargando nuestro peso,
una cruz a la
que llamamos muerte.
Vamos en
procesión
bajo el calo
de un sol salvaje,
y es que el
Todopoderoso
sostiene para
quemarnos una lupa.
Dios llora la
muerte de las hormigas
y nosotros,
la nuestra.
Luis Fernando Rangel es licenciado en letras españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Actualmente es Jefe de Unidad Editorial en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH, donde es editor responsable de la revista Metamorfosis y conductor del programa radiofónico El Pensador en Radio Universidad. Es autor de los libros Hotel Sputnik, Conversación de dos gatos, Poemas para un Lugar Común, Dibujar el fin del mundo y Los líricamente desmadrados. En 2019 coordinó el taller de poesía y la antología No haremos obra perdurable. Recientemente obtuvo el IV Premio Nacional de Poesía Germán List Arzubide con la obra Corridos de caballos.
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