viernes, 5 de septiembre de 2025

Veneno de salva

 


La columna de Bety

Veneno de salva

 

Por Beatriz Aldana

 

Bueno, aquí voy. Qué extraña es la reacción de algunas personas, no todas gracias a Dios. Resulta que al ser un tanto conocida yo en Chihuahua, pues he radicado por más de 72 añitos en esta bellísima Ciudad, pues es natural que le conozcan a una. Y no nada más eso, sino todos los procesos inherentes a la existencia misma, como es casamiento, maternidad, viudez, etcétera.

A lo que voy: Resulta que hace aproximadamente año y medio las personas me han ubicado con una personita también muy conocida en Chihuahua. Algunas se han alegrado mucho y me lo manifiestan, pero, por desgracia otras le quitan valía, o más bien, reflejan cierta intención malévola. Lo digo por esta razón, ya que usualmente me hacen estos comentarios: "No, no diré nada, mejor que se lo diga alguien más". (Soterradamente, como que vieron algo por ahí). "¿No tiene vehículo el señor?". (Dando a entender que yo soy la de los traslados). "Y por qué nada más los fines de semana?” (Como si fuese yo el pasatiempo de fin de semana). Y el colmo: "Hoy toca, verdad?”.  (Por ser viernes o sábado).

Hoy me permití aclararle a una de esas personas, que destilan más veneno que palabras, que el hecho de hacer comentarios tan fuera de lugar es violencia. Violencia en su máxima expresión. Porque por fortuna mi compañía no es de cierto lugar en una casa, es muchísimo más que eso.

Solo es cuestión de preguntarle a mi caballero, quien no repara en elogios a mi persona, como, por ejemplo: "Escribes atm”. “Tu estilo es diáfano y de una audaz franqueza” Tienes muchos lectores en mi Revista, sobrepasas en números a otros autores”. “Eres buena modelo, fotogénica a más no poder” Tienes una notable destreza mental para resolver cualquier situación” “En fin, y en resumidas palabras, eres mi princesa, mi reina, mi colega",

Ahora bien, con tantos calificativos, ¿creen ustedes que los comentarios malintencionados me afectan? Pues definitivamente: no. Lo triste y lamentable es la paupérrima visión que esas personas ven a través de su cristal, que a mí parecer es solamente un espejo, o sea: se ven a sí mismos.

 


Beatriz Aldana es contadora y siempre ha trabajado en la industria y en corporativos comerciales. Gran lectora, escribe y produce crónicas de video en sus dos blogs de Facebook, además de La columna de Bety en Estilo Mápula.

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