Rick
Davies, el teclista taciturno
Por
Miguel Ramírez Ochoa
Voz pastosa y
grave, convincente. Oscura en veces, en tesitura, no en letras. Reflejante en
tonalidades acústicas muchas veces; armonías lentas y blueseras desde sus
teclados, ese fue Rick Davies, cofundador británico del grupo Supertramp.
Davies nació en
Swindon, Wiltshire, Inglaterra, en 1944 y falleció en East Hampton, Estados
Unidos, el 6 de septiembre de 2025. Antes de convertirse en músico, fue
soldador en una fábrica de productos industriales. Entró a un grupo llamado The
Joint. Mientras tocaba el órgano en Munich, Alemania, un millonario holandés le
propuso financiarle una banda. Regresó a Inglaterra y publicó un anuncio en Melody
Maker solicitando un guitarrista y vocalista. Allá acudió Roger Hodgson y
ambos congeniaron de inmediato: iniciaron Supertramp en enero de 1970.
Con la primera
alineación de músicos no tuvieron éxito sus dos primeros álbumes: de 1970
(Supertramp) y 1971 (Indelibly Stamped), ante lo cual se fueron el guitarrista
Richard Palmer-James y el baterista Robert Millar.
Supertramp nació
en 1970 con esos dos álbumes sin éxito. El año en que The Beatles se despedía
de la escena musical en Inglaterra, y también cuando The Rolling Stones
comenzaba una nueva etapa discográfica sin el sello británico Decca, que los
había parido.
Cundían tiempos
premonitorios sobre el Reino Unido, los cuales silbaban que se avecinaba un
tempo musical distinto a la revolución de los años 60’s, un progreso musical
entrelazado llamado “rock progresivo”, que sería introducido por cuatro
compuertas distintas con las bandas Pink Floyd, Supertramp, Yes y Genesis.
Uno de esos
ciclones, Supertramp, con un estilo icónico y liderado por dos compositores: Rick
Davies y Roger Hodgson. El primero, con una voz áspera e igual en falsete,
encaminada al blues y al soft rock; el segundo, inspirado en el rock pop y en
sonidos altos, tenores y radiantes.
El álbum que
catapultó a esta banda fue Crime of the Century, del 21 de septiembre de
1974, con ese sonido armónico, seco en muchos espacios y filosófico de
principio a fin: basta con escuchar School, de Roger Hodgson; Bloody
well right, de Rick Davies; Asylum, de Davies; Dreamer, de
Hodgson; Rudy, de ambos; y Crime of the century, de Davies.
Metafísica
musical quedó en cuarto lugar en el Chart
británico. Siguió Crisis? What Crisis?, editado el 14 de septiembre de
1975, con canciones melódicas pero de manufactura regular, que alcanzó solamente
el lugar número 20 del Chart inglés.
Even in the
Quietest Moments salió en abril
de 1977, obteniendo el primer sitio en Canadá, el 12 en Inglaterra y el 16 en
Estados Unidos.
Fue Breakfast
in America, de 1979, el disco que los consagró definitivamente, con
canciones como Gone Hollywood, de Davies y Hodgson; The logical song,
de Hodgson; Goodbye stranger, de Davies; Breakfast in America, de
Hodgson; Oh Darling, de Davies; Take the long way home, de
Hodgson; y Child of vision”, de Hodgson, y Helliwell, de Davies.
Breakfast in America fue su obra cumbre con el primer lugar en el Billboard
200 estadounidense, pero el tercer sitio en el Chart británico. Y la lista se
hizo insólita: ingresó en primera ubicación en Alemania, Francia, España,
Dinamarca, Holanda, Australia y Nueva Zelanda, y en Suecia quedó en segundo
lugar.
Su siguiente disco, publicado también en
LP, cassette, 8-Tracks y Reel to Reel, se grabó en octubre de 1982 llevando por
título …Famous Last Words…, posicionándose en quinto sitio en Estados
Unidos y sexto en Inglaterra.
Supertramp estuvo conformado por Davies en composición,
voz y teclados (especialmente, el piano Wurlitzer); por Hodgson en composición,
guitarra y algunas ocasiones en teclados; por John Helliwell en saxofón,
clarinete y en el instrumento de viento o aerófono llamado “melódica”; por
Dougie Thompson en bajo; y por Bob Siebenberg en percusiones y batería.
Supertramp fue un rock y un pop
progresivo, sugestivo, artístico ―art rock inglés depurado―, en el cual la
dirección se fusionó entre dos genios, Davies y Hodgson, pero como Rick Davies
era mayor seis años, ello contribuyó a que se impusieran sus ideas sobre la
linealidad de la banda después de Breakfast in America, cosa que irritó
a Roger Hodgson e hizo que abandonara la agrupación en 1983, poco después de la
publicación del álbum “…Famous last words…”, de 1982.
Davies parecía dormirse en el teclado,
ante el micrófono, pero era meditabundo, profundo en sus letras al
participarlas a cada auditorio, mientras que Hodgson miraba fijamente a la
audiencia y sonreía aventando su creación brillosa.
Tres fueron los discos vinilos, cassettes,
cartuchos 8-tracks y carretes que impactaron de este conjunto: “Crime of the
Century”, “Even in the Quietest Moments” y “Breakfast in America”,
de 1974, 1977 y 1979, respectivamente.
Cuando Davies y Hodgson no se pusieron de
acuerdo entre el art pop y el art blues, Hodgson decidió retirarse y ello se
aunó también por la entrada de Sue, esposa de Rick Davies, como representante
de la agrupación. Años después, Hodgson se lanzó en contra de Davies en los
diarios, debido a que este último violó el acuerdo mutuo de no interpretar las
canciones que uno y otro habían escrito por separado, a cambio de que Davies
retuviera el nombre de la banda.
Davies siguió publicando álbumes en
temporadas muy espaciadas —1985, 1987, 1997 y 2002—, pero el disco que más lo
celebró sin la presencia de Hodgson fue Brother Where You Bound, del 14
de mayo de 1985, donde combate la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la
otrora Unión Soviética. Aquí presenta voces de los cuatro aspirantes a la
presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos en las elecciones de 1984, en
la canción “Better days” (citas de Walter Mondale y Geraldine Ferraro,
candidatos demócratas, suenan en el canal de audio izquierdo; por el canal
derecho se oyen citas de Ronald Reagan y George H. W. Bush padre, candidatos
republicanos, con un reflexivo saxofón de John Helliwell).
También incluyó una pieza con el nombre
del álbum homónimo de 16 minutos y 31 segundos de duración, y el colaborador
fue el genial ex guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour; por si fuera poco,
añadió una lectura de la novela “1984”, de George Orwell.
Davies proyectaba sencillez con su voz
pastosa, filosófica y encumbrada, con su presencia taciturna, cabizbaja no
contestando ningún ataque, y ello nos engatusó. Finalmente, leamos la poesía de
su canción “From now on”, de 1977:
Lunes
ha llegado de nuevo,
estoy en el mismo lugar de siempre,
las mismas caras de siempre mirándome.
Quién sabe
cuánto tiempo tendré que quedarme,
podrían ser cien años
de sudor y lágrimas, la tarifa que me
pagan.
A veces
me alejo lentamente
de toda la aburrida rutina
que me acompaña cada día,
una fantasía
vendrá a mí.
Diamantes
son lo que realmente necesito,
pienso que robaré una tienda,
escapar de la ley y vivir en Italia.
Últimamente
mi suerte ha sido tan mala,
sabes que la ruleta es un negocio turbio
estoy perdiendo todo lo que tenía;
pronto será como un hombre que está
huyendo
y vivir el día a día
sin necesitar a nadie,
jugar al escondite
durante toda la semana.
Mi vida está llena de romance.
Supongo que siempre tendré que estar
viviendo en una fantasía,
así es como tiene que ser
a partir de ahora.
Crees que estoy loco, lo puedo ver,
eres tú para ti, y yo para mí
viviendo en una fantasía
¡oh!, a partir de ahora,
de aquí en adelante.
Miguel
Ramírez Ochoa especialista en latín, articulista en El Heraldo de Chihuahua a
partir de abril de 1989 y autor de los libros Sendero estival y
la novela En busca de un año, tiene un diplomado en
paleografía por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Trabajó en el Instituto
de Cultura del Municipio de Chihuahua como corrector de textos, como
bibliotecario y como profesor de Taller Literario.