viernes, 22 de noviembre de 2019

Alberto Carlos. Política euclidiana

Arte de Alberto Carlos

Política euclidiana

Por Alberto Carlos

Entre los gobernadores de estado hay de tocho-morocho. Desde los folklóricos, pasando por los tecnócratas, hasta los fuera de serie. Entre estos últimos está Óscar Flores Tapia, gobernador del estado de Coahuila.
Yo lo definiría como de formación euclidiana, según sus más recientes declaraciones. Las itálicas y paréntesis son míos.
Cuando le preguntaron su opinión sobre el tipo de gobernante que debía sucederlo, declaró: jamás he intentado encontrar los ángulos vitales para el desarrollo de actividades precisas. (Geometría pura, ¿no?, y como retrato hablado salió muy cubista).
Si una vez más me llaman a un cargo ejecutivo, entonces veríamos los ángulos, si eso me permitiera continuar al servicio de Coahuila y del país. (Lenguaje con más ángulos, ni en ingeniería).
Ya puesto en órbita, se sigue de largo: lo que quiero decir (¡Hombre!, qué bueno, ya nos va a aclarar lo de los ángulos) es que no sueño con el poder. Yo no puedo diseñar el futuro (Cómo no. Con escuadras, transportador y compás) como un modelo presentado a la consideración de quien me sucederá. (Pues no, no nos explica lo de los ángulos. A ver si más adelante).
Continúa: Yo no seguí ningún modelo. El modelo lo implanté yo. (Sería un modelo triangular). Yo mismo lo construí. (Ni Christian Dior los hace mejores). Ese es y ese ha sido. (Mientras no cambie la moda, digo yo.)
Sobre el mismo tema del sucesor, se descose: siempre he dicho que los pueblos de México (Separatista el señor), país privilegiado (claro, con tantos pueblos...), siempre han tenido los medios y los dirigentes que requieren (los dirigentes justifican los medios, previo requerimiento, por supuesto) y también las ideologías que se requieren. (¡Ole! por el pluralismo ideológico. Así cada uno de esos pueblos escogerá su modelito y su diseño) viendo cada cual desde su propio ángulo. (Más claro, echándole agua...)
Agrega: cualquier aspirante convertido en dirigente (de los conversos líbranos, Señor) establecerá su propia estructura. (Y la estructura que estableció el otro se queda en eso, en estructura. Es la tradición de las primeras piedras.)
Y remacha: no pretendo, ni quiero, ni aspiro. (Ni ambiciona, ni desea, ni le tira, ni le vale, ni le importa un pepino, agregaríamos) a prolongarme como dirigente político.
Lástima, porque el modelito que implantó, el que se lo desimplantare será un buen desimplantador. Por otro lado, los privilegiados pueblos no podrán ejercer el privilegio de requerir sus medios, sus dirigentes y sus ideologías que se requieren para diseñar su propia estructura angular y estrenar su modelito, si la doctrina Flores Tapia no pega. Pero en fin, en este mundo eso puede suceder hasta en las mejores familias. Ni modo...



Alberto Carlos. Artista nacido en Fresnillo, Zacatecas, avecindado en Chihuahua desde la infancia. Con medio siglo de trayectoria, su vasta obra mural, escultórica y de caballete abarcó una diversidad de técnicas y temáticas. Su natural inquietud y amplia cultura lo llevó a incursionar en la literatura y el periodismo, en géneros como la poesía, el cuento, el ensayo, la calavera, el epigrama y la columna, los cuales publicaba en periódicos como el suplemento Tragaluz de Novedades de Chihuahua, El Heraldo de Chihuahua, y en las revistas Tarahumara y Solar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario