lunes, 4 de noviembre de 2019

Iliana Villanueva. Su cuento Un caballero



Un caballero


Por Iliana Villanueva


No me agradó la forma en la que me estabas juzgando, como si fuera un inmaduro, y te lo dije. Ese no es el hombre con el que estás tratando aquí, ¿ok? Yo no estoy molesto, simplemente que este tema para mí ya pasó, desde que me dijiste todo eso por mensaje de texto, aún sabiendo que yo iba manejando, después de haber estado contigo. Pero bueno, no fuiste lo suficientemente madura como para levantar el teléfono y decirme: oye papi no me gustó esto. Llámame.
Hoy es miércoles. Llevas tres días estancada en la misma idea. Yo acá no tengo nada tuyo, ni necesito nada tuyo. Tu forma de ser y tu mala conducta hacia mí, cuestionando mi integridad, no han cambiado. Carajo, ni siquiera te has tomado la molestia de decir lo siento. Pensar que yo sea una persona así, que deplora tanto a las mujeres… eso, como te dije, me ofendió muchísimo porque yo a ti nunca te he tratado como a una puta, porque cuando me recibiste así, en tu casa, como lo hiciste, e hicimos el amor, yo nunca pensé mal de ti, ni te traté mal. Pero parece que no tienes la posibilidad de reconocer que te fuiste completamente de tu raciocinio al juzgarme como si yo fuera un convicto, un tipo malo de la calle. Has tenido tres días para llamar y no lo has hecho.
No sé dónde estás hoy. Lee completos mis mensajes, que para eso te los escribo. Y por acá te dejo también estos mensajes de voz, para que escuches mi tono, para que no malinterpretes, para que no pienses que estás hablando con una persona molesta, un hombre enojado con el mundo. Mira por dónde estás interpretando mis palabras, te lo vuelvo a repetir, yo nunca te he tratado como a una puta, como a una ramera, tú lo sabes. ¿Por qué razón me acusas y me cuestionas y me tratas como basura? Lo único que he hecho es pasar el fin de semana contigo y sacarnos unas fotos donde tú y yo estamos haciendo el amor, unas fotos para los dos, para compartir contigo, porque ni siquiera preguntaste para qué las quería; te enojaste y quisiste borrar todo. Y te lo dije, ya está. Hace cuatro días que no sé de ti. ¿Está todo bien?
No, la clave no es el consentimiento; la clave es que tú no pienses mal. No sé con qué tipo de persona piensas que estás tratando. ¿Una forma de violencia sexual? Estás muy equivocada y se te ha ido demasiado la rosca con eso. ¿Cuándo has visto un caso de acoso o una cosa de esas en las noticias de mi país? ¿Y quién te dijo a ti que yo soy machista? No tengo la necesidad de estrangular la integridad de ninguna mujer. Yo tengo madre y tengo hermana y ninguna de las personas que han estado conmigo ha sufrido eso. Ni siquiera tú. Así que tranquilízate, lee con calma para que veas cómo todo esto lo estás malinterpretando y lo estás llevando de cero a cien, sin ninguna razón. La realidad es una sola. Si te ofendí... No, si te ofendí, nada, porque realmente yo no te ofendí. Tú y yo estábamos haciendo el amor y yo quería compartir ese momento contigo, crear nuestra memoria. No te gustó, se borró. Yo no dije nada. ¿Te cuestioné algo cuando me lo pediste? Te dije: ya está, hecho. Ahora después de cinco días, ¿sigues con lo mismo? Y hasta hoy no has tenido la delicadeza de disculparte, de decir perdón, lo siento. Se te olvida que los hombres también tenemos sentimientos y que a los hombres también se los respeta, como se respeta a las mujeres. Tus acciones son las que reflejan una falta de madurez, de decencia, de comprensión, de tener la capacidad de entender a la otra persona. Porque, al igual que tú, yo tengo sentimientos, y mis sentimientos se pueden afectar, al igual que los tuyos. La vida no se trata de ti. Y me lastimaste. Te estoy mandando este mensaje de voz para que te des cuenta de la diferencia. Yo no te estoy mandando mensajes de texto con un mal tono. Pero es que tú tienes una forma de ser que... no fue la mujer que me enseñaste, y ya veo bien todos tus colores.
¿Machista? Eso no tiene nada que ver. Un detalle que se te olvida, parece, es que yo fui criado por una mujer con muchos valores y una mujer que tiene mucha sabiduría, que es mi mamá, que no solamente ha estado en un país sino en muchos, y que tiene muchísima más educación que tú y muchísimos más valores que tú, muchísimos más. Yo fui criado por una mujer excepcional, y muy orgullosamente yo abro la boca para decirlo. Así que si hay alguien que realmente respeta a las mujeres, se llama Víctor Manuel. Se te olvida eso, que es bien importante, que no estás hablando con un hombre de la calle y que estás totalmente equivocada, pero totalmente equivocada, si no tienes una disculpa. Y mira que botarme por texto...
Ni siquiera has tenido la delicadeza, la decencia, la capacidad para llamar y decirme lo que quieras decirme. Si todo lo quieres decir por texto estás completamente equivocada, no tienes nada de qué hablar. Te lo repito: nunca te traté como a una puta, como se trata a una cualquiera.
Ni siquiera has valorado el tiempo que yo invertí. Mi ex novia también me cortó así nomás, por texto. Y mira que yo estaba dispuesto a hablar. Ese es el problema de ustedes, las mujeres de ahora, cuando tienen la oportunidad de encontrarse con un buen hombre y expresarse, no lo saben hacer, por eso siempre lo terminan jodiendo todo. Tú has tenido seis días para llamar y disculparte. Si no lo has hecho, es porque no lo quieres hacer. Lamento mucho, ¡aj! hasta el haber compartido mi propio cuerpo contigo.



Iliana Villanueva estudió Latin American Poetry en University of California, Irvine

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