El dolor
Por Sergio
Torres
Tenía días sufriendo dolores de cabeza, a
veces intensos, bien localizados; otras, como si trajera una toalla mojada
amarrada en la cabeza, el peso más que el dolor; unas cuantas, como si me
hubieran quitado una parte del cráneo y mi cerebro expuesto recibiera una
corriente de aire caliente mezclado con alguna salsa para aguachiles: ajo,
chiltepín, cilantro, cebolla, sal, pimienta. Este último dolor incluye la
sensación de escurrimiento nasal y por el oído.
Esta noche estalló. Tuve una pesadilla tras
otra mientras mi cuerpo se retorcía de dolor. Cada articulación duele, cada
músculo, cada fibra, incluso cada pensamiento, duele. Parece que hubiera
cargado rejas y rejas de tomate como para llenar doce camiones. Me duele
voltear el ojo izquierdo. Es un dolor sordo, general, paralizante. Al mismo
tiempo, en tanto cambio, me da la certeza de que estoy vivo, porque siento
algo. Tenía meses en un estado de adormilamiento, sopor, languidez, que casi
rayaba en el mutismo. La vida estaba en la calma con que un mar de olas bajas
recibe la peor tormenta en siglos.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario