La vida permanece
Por Sergio
Torres
La cocina en casa era un remolino de
actividad desde temprano. Chuyita ponía la jarra con agua para el café. Del
refrigerador iban saliendo frijoles, huevo, chorizo, tortillas, papas, queso, verdolagas,
quelites, nopales... el resultado era un plato en el que la madre nutría a
Nacho, Nachito, Lety, Julio, Laura, Sergio, Francisco, Javier, Daniel, doña
Toñita, los perros, los gatos y, a veces, a visitantes ocasionales, Poncho,
Jesús, Cande, Justina, Socorro, Gregoria, Virginia, Ernestina, Anselmo, o a
amigos de los hijos.
Nacho y Chuyita habían construido un hogar
donde los hijos podían jugar, leer, construir, explorar. Esos fueron los papás
que me tocaron a mí, que ya era el sexto de sus hijos. Supongo que para
entonces ya tenían bastante experiencia con necesidades infantiles,
personalidades diversas, berrinches y lo que se puede dar a un hijo y lo que se
debe dejar a que el hijo logre por sí mismo. Comparando con mis amigos, a
nosotros nos dejaron conseguir lo personal a través del esfuerzo. Eso hay que
agradecerlo. Cada uno de mis hermanos es quien es y tiene lo que tiene por su
esfuerzo, dedicación y disciplina. Esto lo aprendimos del diario ritual de la
Chuyita de limpiar, remojar y cocer frijoles. Del diario salir del Nacho a la
obra, desde temprano, hasta las 5 o 6 de la tarde.
No tengo recuerdos de que se sentaran a
platicar conmigo de cómo comportarme en la escuela, en las relaciones
personales, en el trabajo: todo era ejemplo, bruto, duro, a veces incongruente,
pero siempre amoroso, digno, auténtico.
Aunque el mundo parece haber cambiado
mucho, el amor con que estos dos nos
criaron sigue palpitando en nosotros y sigue destilando hacia nuestros hijos.
Aunque estamos físicamente lejos entre nosotros y de los Rábago, Aguilar,
Pérez, Bojórquez, Bernal, Escalante, la energía que nos dio vida sigue fluyendo
y proyectándose al futuro.
La vida permanece asombrosa y salvaje.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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