Ya mis zapatos pendencieros y mi tonada esperan en la esquina
Por Alejandra
Hernández Figueroa
Como un viento prendido
llega volando el sol
y me despierta.
Mis marchitas huestes
alistan migración
hacia el terrestre invierno.
Ya mis zapatos pendencieros
y mi tonada
esperan en la esquina.
Solo llevaré como pertrechos,
en una sonora nube,
trepidantes lluvias.
Y en mi fecundo corazón
mi predilección por una rosa.
Alejandra Hernández Figueroa estudió en el Colegio Palmore y en Community College. Escribió y publicó los libros Tiempos de viento y humo cuentos, Hojasen poemas e Hilvanando cuentos. Publica habitualmente en revistas jurídicas y literarias.
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