Antihappy
Por Guadalupe Ángeles
Hoy es 3 de enero de 2025. Parece que todavía no son las ocho de la
mañana (quizá sí). "¿Qué se hace a la hora de morir?" se
preguntaba Rosario Castellanos en un poema. Ese aire, el de la interrogación
profunda, habita esta mañana, acaso solo por la dulce música que viene de la
radio (viejas canciones de la década de los años treinta del siglo pasado), o
por el sonido de aves poblando árboles cercanos.
Quizá, sobre todo, ensucio esta primera página de
la agenda porque siguen resonando en la conciencia los buenos propósitos y las
imágenes antropomórficas (¡qué palabra!) de un año que ya no se llama presente.
Difícil es, sin duda, abstraerse de sentir ese aire
de recién nacidos, pero con cuerpos decadentes. Es extraño, o lo más esperado
quizá, esa sensación a esta hora y en ese día; porque dulces melodías y viejas
añoranzas de las que tal vez no exista cura son caldo de cultivo perfecto para
llorar (aunque sea metafóricamente) por lo que ya no fuimos y no podremos ser.
Poderosa la mente, vira a tiempo, como hábil
conductor y, antes de precipitarse al abismo, fabrica un perdón adecuado al
azar porque, ¿quién si no él nos puso aquí y ahora? No hay nuevos proyectos de
vida, presumir de eso sería mentir. A estas alturas el sacrificado lector se
preguntará por qué pierde su tiempo adentrándose entre estos renglones, si es
que no se fue a sus cosas desde hace rato. ¿Qué podría ofrecerle para que se
quede? Nada, acaso solo la invitación a escuchar dulces melodías antiguas
mientras percibe la dulzura con que un ave hace su vida en aquel árbol y, casi
sin pensarlo, el amable lector mira sus manos y sin preguntar nada, sabe que
tampoco quiere morir.
Guadalupe Ángeles nació en Pachuca, Hidalgo. Fue directora de la revista Soberbia. Entre sus obras se encuentran Souvenirs (1993), Sobre objetos de madera (1994), Suite de la duda (1995), Devastación (2000), La elección de los fantasmas (2002), Las virtudes esenciales (2005), Raptos (2009) y No es luz, mas enceguece (2023). Ha colaborado en Ágora, El Financiero, El Informador, El Occidental, La Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y Espéculo. Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación. Actualmente radica en Guadalajara.
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