Rollos cortos
Había una vez un Sherlock chiquito
Por Luis Raúl Herrera Piñón
Y sí, había una vez un Sherlock
chiquito, pero que estaba demasiado mayor. Pasado y presente de un personaje
archireconocido, que ha dado la vuelta al mundo en incontables adaptaciones de cine,
teatro, novelas, relatos, historietas, dibujos animados y series de televisión.
Me refiero, desde luego, al inconfundible Sherlock Holmes, en esta ocasión
abordado por Mitch Cullin en su novela Mr. Holmes, adaptada para el cine
por Jeffrey Hatcher para que la dirigiese Bill Condon.
Pues resulta que este Mr. Holmes,
filme producido por la BBC, estrenado en julio de 2015 en Estados Unidos, se ha
quedo chiquito ante lo ambicioso de sus intenciones. Por querer abarcar mucho,
apretó poco.
Para los cinéfilos, y especialmente
para los admiradores de las pericias investigativas del personaje creado por el
escritor escocés sir Arthur Conan Doyle, en 1887, este filme pudo haber sido
mejor. Aunque, hay que decirlo, ante tanto cine malo que acecha las salas de
cine, esta propuesta del Reino Unido es como un tuerto en tierra de ciegos.
Sin ser tan exigentes, es fácil
constatar que en los aspectos técnicos Mr. Holmes es de buena factura.
Tiene una hermosa fotografía que saca provecho de los paisajes bonitos. La
iluminación no deja lugar a sombras, porque todo en la película es muy
brillante, excepto su guion.
En tres espacios temporales distintos
se desarrolla la acción del filme: El del punto de inicio en el año 1947 con un
Sherlock de 93 años que no acepta su senilidad. Un pasado en que visitó Japón.
Y la época en que trabajó en su último caso, antes de retirarse. Esos tres
tiempos específicos daban para mucho más de lo que podemos ver en pantalla.
Lamentablemente, como sucede en muchos casos con directores poco hábiles o
distraídos, el engrudo se le hizo bolas o no dio pie con bola. Lo que pudo ser
una obra maestra se quedó solamente en obra negra.
Hay demasiados detalles que se tocan
solamente de pasada, y que de haber profundizado en ellos le hubiesen dado profundidad
a la trama, como por ejemplo, la imagen que dio Watson de Sherlock en sus
obras, cosa que al investigador le desagradaba.
Hay que ser justos, por eso menciono
con gusto que lo mejor del filme es la actuación de Ian
McKellen, quien hizo un esfuerzo bárbaro para estar a la altura de los mejores
Sherlocks cinematográficos, cuestión harto difícil cuando en la lista hay
fenómenos de la actuación como Basil Rathbone –héroe de catorce películas–,
Peter Cushing, Robert Stephens, Ian Richardson, Christopher Plummer, Michael
Caine y John Barrymore, entre otros.
Puedo estar equivocado y
quizás estemos ante una obra maravillosa, llena de sensibilidad, capaz de
abordar al personaje de la pipa y el sombrero de cazador de una manera nunca
antes vista. Puede ser. Pero lo que sí es seguro es que Mr. Holmes
merece ser vista, aunque solo sea porque tiene mejores actuaciones y diálogos
más profundos que las típicas películas para ver mientras se comen palomitas de
maíz.
Título
original: Mr. Holmes. Dirección: David Frankel. País: Reino Unido. Año: 2015.
Reparto: Ian McKellen, Laura Linney, Milo Parker, Hiroyuki Sanada, Hattie
Morahan. Duración: 104 min. Dónde ver: Amazon Prime Video.
Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.
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