sábado, 11 de julio de 2020

Alberto Carlos. ¿Bueno, bueno?

Arte de Alberto Carlos

¿Bueno, bueno?

 Por Alberto Carlos

Nota del autor. Cualquier parecido entre este diálogo telefónico y diálogos de la vida real, es pura coincidencia.
Como no es posible estar en ambos teléfonos a la vez, el lector debe imaginar lo que contestan del otro lado de la línea.
—¿Buenooo…? ¿A dónde hablo…? ¿El tres qué…? Con Anita, por favor... ¿Ninguna quién…? Ah, perdone, está equivocado.
La señora vuelve a marcar. Espera un rato. ¡Al fin!
—¿Buenooo… está Anita? Sí. Me conociste la voz ¿eh?... Con Anita… ¿Volverá pronto…? ¡Qué lástima!... No. No es urgente, bueno, algo… que me llame en cuanto llegue ¿sí?... Muy bien, gracias. Y tú mamá ¿está bien?... Me la saludas… Ok. Le das el recado a Anita. No se te pase… ¡Chao!
Tres horas más tarde suena el teléfono. La señora contesta:
—¿Buenooo…? Sí…¡Anita!, qué bueno que llamaste.
—…
—No, yo no he salido.
—…
—Ya me lo imagino. ¿A Futurama? No, yo no he salido.
—…
—Claro, claro. Y las cajeras, tú sabes.
—…
—Si ayer estaban a ochenta y cinco pesos. Pues no, fíjate. ¿Qué? No, si te digo: esto va de mal en peor. Te llamaba para…
—Bien. Todos bien, gracias a Dios. ¿Y ustedes?
—…
—¡Anda, pobre! ¿Al ISSSTE?
—…
—Sí, así pasa con las fichas. Con uno particular, claro. Menos mal que ya pasó.
—…
—Ojalá, sí es por el mal tiempo. Así son, no se cuidan, ¿verdad?
—…
—Ay sí, tú, se siente la trompa del ferrocarril, como el marido agarró hueso ahora hasta se fueron a vivir a Lomas del Santuario y se compraron un Máveric último modelo. Y chueco, ¿qué te parece? Así es la cosa. A mí ya ni el saludo. ¿Te acuerdas? No tenían ni para frijoles.
—…
—No, ni pensarlo. Ahora puro de El Paso. ¡Jesús! Espera un momento, dejé el guisado en la lumbre. No cuelgues.
Pausa obligada por el requerimiento culinario.
¿Bueno? Sí, ya le apagué. Se me quemó a la fregada.
—…
Era un estofado de ternera, me estaba quedando bien rico.
Cómo no, ahi te va la receta, ¿tienes en qué apuntar?
—…
Minutos después:
—¿Bueno? OK, apúntale.
Omitimos la receta porque ese giro lo tiene en exclusiva la sección Gente y cultura en este mismo diario, y no queremos usurpar funciones.

Yo lo hago en olla Presto.
—…
—Ah, sí. Te hablaba para ver si vamos al peinador para el shower de La Chiquis.
—…
—¿Qué a ti no te invitaron?
—…
—Pues no sé. ¿Qué no son muy amigas?
—…
—Anda, qué lástima. Ni modo. Nos vemos. Bay.
La señora marca de nuevo:
—¿Buenooo? ¿La Chiquis? Hola. Sí, soy yo. ¿Con quién crees que acabo de hablar.




Alberto Carlos. Artista nacido en Fresnillo, Zacatecas, avecindado en Chihuahua desde la infancia. Con medio siglo de trayectoria, su vasta obra mural, escultórica y de caballete abarcó una diversidad de técnicas y temáticas. Su natural inquietud y amplia cultura lo llevó a incursionar en la literatura y el periodismo, en géneros como la poesía, el cuento, el ensayo, la calavera, el epigrama y la columna, los cuales publicaba en periódicos como el suplemento Tragaluz de Novedades de Chihuahua, El Heraldo de Chihuahua, y en las revistas Tarahumara y Solar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario