lunes, 22 de septiembre de 2014

Larizza Arvizo

Te escribo a ningún lado



Por Larizza Arvizo



La ansiedad se combate con ocupación mental, entretenimiento y distracciones; pero esta  ansiedad que por no verte, no leerte y no sentirte, ni con todo el trabajo de los esclavos se termina, y es que solo con esta extraña sensación pude comprender el surrealismo; lo había  entendido, pero nunca comprendí, me creía experto en hacerlo, pero tristemente me enteré hoy de que lo ignoraba completamente.

Miraba entonces por la ventana una y otra vez, insistencia que me provocó un dolor de cuello nauseabundo, creía verte llegar,  el molesto sonido gutural de los presentes en la tienda me espantaba, tenía un pánico enorme, mi corazón latía apresuradamente, era entonces cuando Dalí me parecía completamente natural y familiar, como si mi vida se escurriera por entre mi escritorio y la caja, la caja maldita cuyo campanazo retumbaba en mi mente, mis ojos saltones, parecían aún más grandes de lo normal, mi respiración: una paradoja, fuerte e inexistente. Esta noche, el dolor de no verte más, me enseño algo.

El temblor en las corvas, lo labios seco, el sudor de las palmas de las manos, el cabello crespo y el mal humor, hacen de mí un muerto en vida, incluso el olor en mí es muy peculiar, mi rostro aunque nunca fue bello, muestra hoy la fealdad más profunda que jamás esperé verle, mi edad se ve triplicada y mis ojeras le sirven de sombra a mi pecho.

Es como estar dormido con los ojos abiertos, veo en los rostros de los presentes la mayor estupidez jamás vista, huelo sus cuerpos casi putrefactos, oigo el eco de mi voz en sus cráneos, respiro profundo, pero la profundidad parece infinita, extraño ver lo que decía aborrecer; te extraño.

Antier lo perdí todo, sin verte no queda nada, tu ausencia ha dado un vuelco a mi vida, nunca creí que perderte sería tan difícil, la muerte no perdona, nos llega  a todos, camino seguro que no  podremos evadir, yo un triste empleado, cuya fortuna más grande ha desaparecido.

Debí llevarte a la playa, comprarte los chocolates que te gustan y regalarte un hijo, fui tan egoísta; pero sobre todo no debí dispararte, ahorita estaríamos juntos.

Te voy a extrañar.




Larizza Arvizo nació en Matachic en 1988. A los cuatro años se trasladó a la ciudad de Chihuahua, donde realiza todos sus estudios. Es egresada de la licenciatura en teatro por la Facultad de Artes de la UACH. Ha actuado en 25 montajes y es ganadora del premio a mejor actriz, y actriz revelación, en la muestra municipal de teatro 2009.

1 comentario:

  1. Esta excelente cuentista de Chihuahua es dramática, a veces casi melodramática. Cosas tremendas pasan en sus historias, la voz que narra se mantiene firme en su crueldad y en la burla más amarga que se pueda.

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