lunes, 10 de noviembre de 2014

Dolores Gómez Antillón. Lluvia de nosotros

[Foto de Jessica Aguirre Porras].




Lluvia de nosotros

Por Dolores Gómez Antillón

La atracción entre nosotros siempre fue muy fuerte, sin embargo habíamos decidido no vernos. Tal vez para no crear un compromiso, o para darnos un descanso.

Un día fui al hotel al que solíamos ir. La habitación de siempre, la 44. Milagro o coincidencia, llegaste como si nunca te hubieras ido.

Sorprendida, respondí con alegría inusitada.

Me enredé en tus brazos que tiernos me  invitaron. Ambos rendidos de pasión. Nos besamos por largo rato.

Desvestidos, nos metimos bajo la lluvia fría de la regadera, que nuestros cuerpos sintieron como alivio, de tan calientes.

Besaste mi espalda. Arrodillada, acaricié con mi lengua el rayo de tu cuerpo.

En el piso, los dos de frente, entrelazando nuestros muslos, fundidos en uno, “brotó  una cascada diamantina que mojó tibiamente nuestras ansias”.

Después cabalgamos extasiados “hasta el cuenco de la luna”.

Dormimos la siesta del amor, las estrellas sonreían. Sentimos la presencia de Dios.



Dolores Gómez Antillón es licenciada en letras españolas con maestría en educación por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, de la que después llegó a ser directora. Ha publicado los libros Rocío de historias cuentistas de Filosofía y Letras, Apuntes para la Historia del Hospital Central Universitario y Voces de viajeros.


1 comentario:

  1. En la mitología cotidiana que nos ayuda a vivir y a construir nuestra alma, el encuentro amoroso es uno de los más añorados.

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