viernes, 24 de octubre de 2025

Cuando ya Mario es un clásico de Chihuahua/ Presentación del libro Fantasmas de rock voces en la ciudad

 

Foto: Librería Sándor Marai

Cuando ya Mario es un clásico de Chihuahua/ Presentación del libro Fantasmas de rock voces en la ciudad

 

Por Jesús Chávez Marín

 

El maestro Heriberto Ramírez me presentó a Mario Rascón una mañana de octubre de 2001, cuando íbamos por unos burritos a Burritos Tere, un restaurante que está por el rumbo de la casa donde vive Mario. En aquel entonces Mario trabajaba en no me acuerdo cual oficina donde organizaban el desarrollo sustentable de tampoco me acuerdo qué acciones y proyectos.

Ese mismo día me dijo que andaba escribiendo la historia del rock en Chihuahua, ya que de joven él formó parte de un grupo de excelentes músicos que como artistas anduvieron muy al día con el mundo de ese entonces.

Para mi buena suerte, Mario y yo hicimos gran amistad: su inteligencia taciturna y exacta, él hombre sensato y de pocas palabras, se armonizaron, extrañamente, con la propagandería que me caracteriza.

Meses después me contrató como Corrector de textos, y fue una delicia trabajar en el que sería su primer libro Fantasmas de rock, por cierto, uno muy distinto, pero igualmente divertido, que este otro que hoy presentamos: Fantasmas de rock voces en el umbral.

La estructura de este su cuarto libro (con los tres anteriores: Fantasmas de rock, La canción de rock y Johnny Hitter), fue para mí una gratísima sorpresa: Un monumental coro griego en pleno siglo 21 que nos cuenta con lujo de detalles, de lugares, de nombres de lo que es, ha sido, y sigue siento una de las venas más vivas y estéticas de Chihuahua: el rock, a quien el escritor José Agustín, en una de sus frases afortunadas, bautizó como “la nueva música clásica”.

Como en los buenos libros que me ha tocado la fortuna de leer, en Fantasmas de rock voces en el umbral hallé el tesoro monumental de una cascada de historias, en algunas de las cuales me tocó ser algún personaje de ambiente; lugares donde entré en el viaje de la música, y de varios otros ingredientes, en un concierto en mi propia ciudad; bailar en El Paraje de los Indios, en el STIC (Sindicato de la Industria Cinematográfica) que estaba en la Colonia Obrera, y los nombres de tantos conocidos que son ahora leyenda, algunos por su vida iluminada de artistas del rock, y otros, como yo mismo, por el simple hacho de estar ya muy rucos.

Caudaloso río de historias. Como esta que aquí va: En una de las páginas de este libro tan resplandeciente se cuenta la historia del grupo MLP, el grupo de rock que cuando yo estaba en secundaria formaron algunos de los que ya estaban en bachillerato en el Instituto Regional de Chihuahua: Coco Muller en el bajo, Yeyo Ramos en la batería, Buguy García en la voz, Zito Velarde en la guitarra, Foco Márquez en la otra guitarra y Porky Arévalo en los teclados. Ese grupo de nuestra escuela, que al inicio fue estudiantil y escolar, llegó a ser famoso en bailes y conciertos en varias ciudades de nuestra región. Iniciaron en 1967 y se separaron en 1970. Le pusieron ese nombre a su grupo musical porque por lo pronto no hallaron otro que los convenciera, y le pusieron así, MLP, las siglas de la frase “mientras lo pensamos”.

De manera semejante me fui hallando de joven en otras historias más, en distintas páginas que con tanta precisión escribió Mario para nosotros, sus amigos, y también para nuestra historia colectiva, la de nuestra generación.

Estoy bien seguro que muchos lectores hallaran aquí el recuerdo y los nombres de amigos cercanos y lejanos, algunos que ya se murieron, y algotros que aquí seguimos, navegando.

Muchas gracias por su atención.

 

Octubre 2025



JChM es editor de Estilo Mápula revista de literatura

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