jueves, 23 de octubre de 2025

Rick Davies, el teclista taciturno

 


Rick Davies, el teclista taciturno

 

Por Miguel Ramírez Ochoa

 

Voz pastosa y grave, convincente. Oscura en veces, en tesitura, no en letras. Reflejante en tonalidades acústicas muchas veces; armonías lentas y blueseras desde sus teclados, ese fue Rick Davies, cofundador británico del grupo Supertramp.

Davies nació en Swindon, Wiltshire, Inglaterra, en 1944 y falleció en East Hampton, Estados Unidos, el 6 de septiembre de 2025. Antes de convertirse en músico, fue soldador en una fábrica de productos industriales. Entró a un grupo llamado The Joint. Mientras tocaba el órgano en Munich, Alemania, un millonario holandés le propuso financiarle una banda. Regresó a Inglaterra y publicó un anuncio en Melody Maker solicitando un guitarrista y vocalista. Allá acudió Roger Hodgson y ambos congeniaron de inmediato: iniciaron Supertramp en enero de 1970.

Con la primera alineación de músicos no tuvieron éxito sus dos primeros álbumes: de 1970 (Supertramp) y 1971 (Indelibly Stamped), ante lo cual se fueron el guitarrista Richard Palmer-James y el baterista Robert Millar.

Supertramp nació en 1970 con esos dos álbumes sin éxito. El año en que The Beatles se despedía de la escena musical en Inglaterra, y también cuando The Rolling Stones comenzaba una nueva etapa discográfica sin el sello británico Decca, que los había parido.

Cundían tiempos premonitorios sobre el Reino Unido, los cuales silbaban que se avecinaba un tempo musical distinto a la revolución de los años 60’s, un progreso musical entrelazado llamado “rock progresivo”, que sería introducido por cuatro compuertas distintas con las bandas Pink Floyd, Supertramp, Yes y Genesis.

Uno de esos ciclones, Supertramp, con un estilo icónico y liderado por dos compositores: Rick Davies y Roger Hodgson. El primero, con una voz áspera e igual en falsete, encaminada al blues y al soft rock; el segundo, inspirado en el rock pop y en sonidos altos, tenores y radiantes.

El álbum que catapultó a esta banda fue Crime of the Century, del 21 de septiembre de 1974, con ese sonido armónico, seco en muchos espacios y filosófico de principio a fin: basta con escuchar School, de Roger Hodgson; Bloody well right, de Rick Davies; Asylum, de Davies; Dreamer, de Hodgson; Rudy, de ambos; y Crime of the century, de Davies.

Metafísica musical quedó en cuarto lugar en el Chart británico. Siguió Crisis? What Crisis?, editado el 14 de septiembre de 1975, con canciones melódicas pero de manufactura regular, que alcanzó solamente el lugar número 20 del Chart inglés.

Even in the Quietest Moments salió en abril de 1977, obteniendo el primer sitio en Canadá, el 12 en Inglaterra y el 16 en Estados Unidos.

Fue Breakfast in America, de 1979, el disco que los consagró definitivamente, con canciones como Gone Hollywood, de Davies y Hodgson; The logical song, de Hodgson; Goodbye stranger, de Davies; Breakfast in America, de Hodgson; Oh Darling, de Davies; Take the long way home, de Hodgson; y Child of vision”, de Hodgson, y Helliwell, de Davies.

 Breakfast in America fue su obra cumbre con el primer lugar en el Billboard 200 estadounidense, pero el tercer sitio en el Chart británico. Y la lista se hizo insólita: ingresó en primera ubicación en Alemania, Francia, España, Dinamarca, Holanda, Australia y Nueva Zelanda, y en Suecia quedó en segundo lugar.

     Su siguiente disco, publicado también en LP, cassette, 8-Tracks y Reel to Reel, se grabó en octubre de 1982 llevando por título …Famous Last Words…, posicionándose en quinto sitio en Estados Unidos y sexto en Inglaterra.

     Supertramp estuvo conformado por Davies en composición, voz y teclados (especialmente, el piano Wurlitzer); por Hodgson en composición, guitarra y algunas ocasiones en teclados; por John Helliwell en saxofón, clarinete y en el instrumento de viento o aerófono llamado “melódica”; por Dougie Thompson en bajo; y por Bob Siebenberg en percusiones y batería.

     Supertramp fue un rock y un pop progresivo, sugestivo, artístico ―art rock inglés depurado―, en el cual la dirección se fusionó entre dos genios, Davies y Hodgson, pero como Rick Davies era mayor seis años, ello contribuyó a que se impusieran sus ideas sobre la linealidad de la banda después de Breakfast in America, cosa que irritó a Roger Hodgson e hizo que abandonara la agrupación en 1983, poco después de la publicación del álbum “…Famous last words…”, de 1982.

     Davies parecía dormirse en el teclado, ante el micrófono, pero era meditabundo, profundo en sus letras al participarlas a cada auditorio, mientras que Hodgson miraba fijamente a la audiencia y sonreía aventando su creación brillosa.

     Tres fueron los discos vinilos, cassettes, cartuchos 8-tracks y carretes que impactaron de este conjunto: “Crime of the Century”, “Even in the Quietest Moments” y “Breakfast in America”, de 1974, 1977 y 1979, respectivamente.

     Cuando Davies y Hodgson no se pusieron de acuerdo entre el art pop y el art blues, Hodgson decidió retirarse y ello se aunó también por la entrada de Sue, esposa de Rick Davies, como representante de la agrupación. Años después, Hodgson se lanzó en contra de Davies en los diarios, debido a que este último violó el acuerdo mutuo de no interpretar las canciones que uno y otro habían escrito por separado, a cambio de que Davies retuviera el nombre de la banda.

     Davies siguió publicando álbumes en temporadas muy espaciadas —1985, 1987, 1997 y 2002—, pero el disco que más lo celebró sin la presencia de Hodgson fue Brother Where You Bound, del 14 de mayo de 1985, donde combate la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la otrora Unión Soviética. Aquí presenta voces de los cuatro aspirantes a la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos en las elecciones de 1984, en la canción “Better days” (citas de Walter Mondale y Geraldine Ferraro, candidatos demócratas, suenan en el canal de audio izquierdo; por el canal derecho se oyen citas de Ronald Reagan y George H. W. Bush padre, candidatos republicanos, con un reflexivo saxofón de John Helliwell).

     También incluyó una pieza con el nombre del álbum homónimo de 16 minutos y 31 segundos de duración, y el colaborador fue el genial ex guitarrista de Pink Floyd, David Gilmour; por si fuera poco, añadió una lectura de la novela “1984”, de George Orwell.

     Davies proyectaba sencillez con su voz pastosa, filosófica y encumbrada, con su presencia taciturna, cabizbaja no contestando ningún ataque, y ello nos engatusó. Finalmente, leamos la poesía de su canción “From now on”, de 1977:

     Lunes

     ha llegado de nuevo,

     estoy en el mismo lugar de siempre,

     las mismas caras de siempre mirándome.

 

     Quién sabe

     cuánto tiempo tendré que quedarme,

     podrían ser cien años

     de sudor y lágrimas, la tarifa que me pagan.

 

     A veces

     me alejo lentamente

     de toda la aburrida rutina

     que me acompaña cada día,

     una fantasía

     vendrá a mí.

 

     Diamantes

     son lo que realmente necesito,

     pienso que robaré una tienda,

     escapar de la ley y vivir en Italia.

 

     Últimamente

     mi suerte ha sido tan mala,

     sabes que la ruleta es un negocio turbio

     estoy perdiendo todo lo que tenía;

     pronto será como un hombre que está huyendo

     y vivir el día a día

     sin necesitar a nadie,

     jugar al escondite

     durante toda la semana.

 

     Mi vida está llena de romance.

 

     Supongo que siempre tendré que estar

     viviendo en una fantasía,

     así es como tiene que ser

     a partir de ahora.

 

     Crees que estoy loco, lo puedo ver,

     eres tú para ti, y yo para mí

     viviendo en una fantasía

     ¡oh!, a partir de ahora,

     de aquí en adelante.

 


Miguel Ramírez Ochoa especialista en latín, articulista en El Heraldo de Chihuahua a partir de abril de 1989 y autor de los libros Sendero estival y la novela En busca de un año, tiene un diplomado en paleografía por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Trabajó en el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua como corrector de textos, como bibliotecario y como profesor de Taller Literario.

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