La columna de Bety
El día, la semana
Por Beatriz Aldana
Iniciaré así: Hace seis años
decidí ya no laborar más en cuestiones de trabajos con horarios estrictos, o
sea los más usuales, que son de 9:00 a.m. a 3:00 p.m.; y el casi imposible para
una persona de mi edad: el de 8:00 a.m. a 6:00 p.m.
Pero, para estar de algún
modo realizando todavía mi actividad con números (por supuesto, también para
mantener mi cerebro activo), me dedicó a algunos asuntos contables en ciertos
espacios de tiempo diarios, pues me gusta distribuir cada día de mi vida de la
siguiente manera:
Despierto a las 6:30 a.m.
Tomó fotografías del
amanecer y la salida del sol por el Este, que se aparece por allá atrás de mi
adorado Cerro Grande.
De inmediato sintonizo a mi
buen amigo Marco Antonio Guevara, para estar al día en los chismecitos
inconformes de la Opinión pública (que así se llama el programa).
Luego continuo con su hijo
Marco Aurelio en Nuestras Noticias, y así estoy al día en los
aconteceres del día anterior y lo que ocurre en ese espacio de tiempo de una
hora.
Luego sigo con Ciro Gómez
Leyva en Radiofórmula, en los aconteceres nacionales e internacionales.
Y para organizarme al iniciar
el día, preparo mi atuendo, vestimenta y accesorios, me preparo mi licuado de
leche añadiendo mi polvo de vitaminas y minerales.
Un poco más tarde, mi
desayuno de frijolitos y tortillas de harina.
Para entonces ya sé mi
periplo del día: Entre "alzar" la casa, lavar trastes, meter ropa a
la lavadora, tenderla, darle un "trapazo" a mi camioneta, regar
jardines.
Y ahora sí, a leer algunas
páginas de mis libros, pero solo por una hora.
Darle un avance a mis
números, otra hora.
Adelantar un poco la a
comida, depende lo que vaya a preparar.
Eb seguida, a salir. Me
gusta hacerlo a eso de las 3:00 p.m. porque es la hora en que no hay mucha
gente en los Bancos, y ya me queda tiempo para degustar mis alimentos a eso de
las 4:00 p.m. porque yo suelo tener actividades sociales y religiosas a partir
del martes y estás inician a las 5:00 de la tarde, y yo vivo a muchos
kilómetros de donde se llevan a cabo estas.
Me gusta regresar a casa a
las 8:00 p.m. para deleitarme con mis programas favoritos de TV, en tele
abierta: la Doctora Polo en el Canal 9,
y luego en You tuve: Código Magenta y Adela Micha, en mi tele de
la sala.
Luego me retiro a mi
recamara, ya empijamada, a mirar mis programas favoritos en SKY, como son Alerta
aeropuerto en National Geographic, Tesoros y ciudades perdidas en History
Channel, y Gordon Ramsey sabores del mundo en National Geographic. Este
me encanta porque él viaja por Australia, Islandia, Portugal, Islas Fidji,
lugares que no frecuentemente se filman por T.V. así que para mí son unas
verdaderas joyas.
Pues, como se verá, mi
periplo del día lo considero una fortuna y una bendición, porque dada mi
fragilidad física me considero una consentida de Dios nuestro Señor. Mi edad ya
no es ni cuarenta, ni cincuenta, ya estoy subiendo el séptimo piso.
Y aún no les he contado lo
de mi periplo de fin de semana, que inicia el jueves, que por fortuna lo hago
acompañada ya de una personita muy especial en mi vida, y lo continuamos,
viernes y sábado, y él me regala todo el domingo para que yo asista a Misa, a
que yo coma en cualquier restaurante. Luego me voy con mi grupo a deleitar
público chihuahuense con nuestros bailes, de todos los ritmos, y el mío, que
resulta espectacular: el rock. En algunas ocasiones lo terminamos asistiendo a
La Cabaña, un bar donde se practica el Karaoke y participamos los parroquianos
que frecuentamos este lugar.
Y que no se me olvide: Los
miércoles de 8:00 de la mañana a la noche a las 10:00, no me pierdo por nada
del mundo acudir al Centro Alegre a escuchar maravillas del rock con Arturo
Gamboa y su grupo La Cumbre.
Así que: Cómo no estar
agradecida a Dios y tener la fortuna de vivir y gozar esta maravillosa
existencia en mi adorada Ciudad Chihuahua.
Que caray. Si hubiese aceptado
la invitación de trasladarme a otra ciudad, segura estoy de que hubiese firmado
mi sentencia de "acortar" los minutos que el Creador me ha venido
regalando con una vitalidad y salud plena. Y, como digo cada vez que mi
Sacerdote da fin a su Homilía: Así sea.
Beatriz Aldana es contadora y siempre ha trabajado en la industria y en corporativos comerciales. Gran lectora, escribe y produce crónicas de video en sus dos blogs de Facebook, además de La columna de Bety en Estilo Mápula.
_Signature.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario