domingo, 19 de octubre de 2025

Periodismo, ética y derecho

 

Foto: International Federation of Journalists

Periodismo, ética y derecho

 

Por Osbaldo Salvador Ang

 

Chihuahua, octubre 2015. Sostengo que las instituciones deben mantener las puertas abiertas para quienes entran, para quienes salen y aún para quienes regresan. No deben convertirse en camisas de fuerza ni en ataduras para quienes, en forma provisional, o temporal, expresen inconformidad o falta de identidad con estas.

Son momentos, son etapas, y así hay que tomarlas. Pero nunca debemos manipularlas para excluir, ni para restringir derechos, ni para minimizar la participación de quienes creemos que son nuestros enemigos, sobre todo al interior de las mismas.

La ética, utilizada por los maniqueos y los sofistas de hoy, aquellos que pretenden disfrazar de verdad la mentira con razonamientos válidos pero falaces, la usan como escudo protector, pero no la usaron nunca en la práxis.

Que se haga justicia en los bueyes de mi compadre; que sean los demás los que respeten los valores de la ética, pero no yo cuando tuve la oportunidad de llevar a la práctica los postulados que hoy esgrimo.

Ciertamente yo estuve presente José Darío Restrepo colocó encima de la norma legal a la norma ética. Hizo así esa valoración por la característica milenaria de ser autoimpuesta por el individuo sin necesidad de que le imponga su cumplimiento un tercero.

Suena muy bonito.

Pero faltó preguntarle al periodista colombiano, y hoy lo hago a quienes le invocan y le colocan en un santuario casi divino: ¿Si la ética se autoimpone y alguien no desea hacerlo, lo vamos a obligar? ¿Es ético imponer a los demás nuestros valores y nuestra forma de ver las cosas? ¿Es ético que yo sea obligado a pensar como los demás? ¿Cómo obligar al otro a que se autoimponga mis valores éticos o mis valores de grupo?

No hay manera, colegas, porque dejaríamos de hablar de ética.

La solución, la maravillosa solución, es la ley. Es lo que rige hoy por hoy, al mundo entero.

Y la ética, por supuesto, no está fuera de la ley, sino que ha bañado con sus valores a la norma legal. Por eso se ha construido un proceso legislativo a través de órganos de representación que en el supuesto hipotético velan por los intereses de la sociedad al momento de construir cuerpos normativos.

Pero no es prudente ni oportuno ahondar más en este tema. Vale decir que, por eso, en los colegios y asociaciones existe un orden estatutario y un orden ético. En el primero, se está obligado a cumplir sus normas y existen sanciones previstas en caso de fallar; en el segundo, el asociado se autoimpone la norma, sin sanciones en caso de incumplimiento, porque coincide plenamente con sus postulados éticos.

Ahora me permito formular algunos cuestionamientos vinculados a teoría y a la práxis de la ética, porque es muy fácil invocarla, pero no lo es acreditar su ejercicio:

a) ¿Es ético que dos o tres personas hayan intentado disolver legalmente al Colegio de Periodistas después del hoyo negro que se abrió en mayo con la renuncia de un asociado y el caos en que se sumió por meses al disputar sin acuerdos la presidencia?

b) ¿Es ético haber votado en contra de publicar en la página de la institución las finanzas mensuales, como lo hicieron?

c) ¿Es ético haber dejado al Colegio a la deriva durante más de diez años, sin padrón oficial de socios?

d) ¿Es ético haber ejercido recursos de origen público en la oscuridad, sin rendir informes ni cuentas durante más de diez años?

e) ¿Es ético no haber construido los estatutos durante diez años, habiendo tirado al piso las comisiones que se les asignaron a varios de los que hoy braman por esta ciencia o arte?

f) ¿Es ético ganar elecciones llevando a votar a personas que no pertenecen al colegio, y prohibir a otras, que sí lo son, su derecho a sufragar?

g) Es ético no ejercer el periodismo y exigir a otros ejercerlo para poder ser asociados de la institución?

h) ¿Es ético no participar en la elaboración de estatutos, en la creación de un padrón oficial y en la transparencia en el ejercicio de los recursos, pero si oponerse a todo lo que se construya?

g) ¿Es ético tirarse al piso, rasgarse las vestiduras, llorar como Magdalena, pregonar en Facebook, atacar, calumniar, mentir dolosamente y simular valores sin practicarlos?

¿Es ético oponerse sin razón alguna, de manera irracional, al ingreso de asociados jóvenes al Colegio de Periodistas?

¿Qué es, entonces, lo ético?

¿Es ético lo que nos favorece, lo que nos conviene, lo que queremos ver en los demás, pero no en nosotros? ¿Es ético lo que deben hacer los demás pero no nosotros?

Debemos ser más serios en nuestros juicios, menos ruidosos, menos estridentes, más institucionales, metidos en los cauces propios de la institución, menos protagonistas, no alucinar persecuciones ni amenazas (a veces ni siquiera las merecemos), y llevar a cabo acciones que fortalezcan al colegio de periodistas, con hechos, no con palabrería vana; con trabajo, en las formas institucionales, sin falsos heroísmos ni martirologios.

No hagamos de este capítulo la rebelión de los voceros; mejor contribuyamos a llevar a buen puerto al Colegio. Como todos saben, los miembros del Consejo Provisional nos comprometimos a concluir nuestro encargo en diciembre próximo, cuando hayan de celebrarse elecciones para elegir al nuevo consejo 2016. En mi caso, para fortuna de ustedes, expresé, y así lo he de cumplir, que no participaré en planilla alguna.

Les invito a leer los nuevos estatutos y discutir las formas institucionales que rigen ya la vida del colegio. Sin duda, como toda obra humana, deberá complementarse por medio de acuerdos de asamblea, pero cumple con normar las principales situaciones que se presentan en su diario funcionar. Existe ahora un comisario externo, una junta de honor que resolverá los problemas internos, un comité electoral que organizará todo tipo de elección sin que meta las manos el consejo directivo y obligaciones instituidas para publicar en forma obligatoria todos los ingresos y los egresos de la institución.

Lo demás, son fantasmas.

Saludos.

Osbaldo Salvador, octubre 2015

 


Osbaldo Salvador Ang es licenciado en letras españolas por la Facultad de Filosofía y Letras y licenciado en derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Editor de libros y autor de textos narrativos. Fundador y director del muy famoso periódico digital laopcion.com.mx.

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