Un árbol que muere
Por Sergio
Torres
El equilibrio de las cosas, las horas bajas,
los momentos de euforia, la pasión de un beso; un atardecer por cada amanecer,
una semilla que se rompe para empezar a crecer, un árbol que muere. La vida
encuentra su camino, a veces evidente para nuestros ojos, a veces subrepticio,
de tal manera que nos produce sorpresas. El pulso de la vida no tiene los parámetros
de nuestra estética, es un caos vibrante de expansión, exuberante, exótico,
ecléctico.
En medio de todo aquello, no podemos elegir a
quién le parecemos hermosos u horrendos, a quién le parecemos sujetos de amor o
aversión; nuestro papel dentro de este enorme mosaico se limita a ser, ni
siquiera ser buenos o felices, nuestro único objeto bajo el eterno cielo azul
es Ser.
Ojalá la Muerte nos encuentre en brazos del
Amor al momento de arrancarnos de esta forma efímera de existencia.
Ojalá que la Muerte me lleve cuando le haya
encontrado sentido a este tornado. Ojalá.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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