martes, 14 de octubre de 2014

Raúl Sánchez Trillo




El magonismo: encuentros y desencuentros con la revolución


Por Raúl Sánchez Trillo


El mes de enero de 1923 un tren funerario cruzó la frontera mexicana. Llevaba el cuerpo de Ricardo Flores Magón en un regreso que se producía después de 19 años de exilio. Flores Magón fue asesinado en la prisión de Leavenworth, Kansas, y su cadáver trasladado a Los Ángeles; donde se le veló; recibió el homenaje de miles de chicanos. Por voluntad de su compañera María Talavera y de Fernando Palomares, se le solicitó la colaboración de los sindicatos mexicanos para inhumarlo en México.
           
Una de las primeras ciudades que recibió al inquebrantable libertador fue Chihuahua; aquí los trabajadores montaron guardia de honor en el teatro Centenario. En una carta su hija adoptiva, Lucille Norman, el 12 de enero en Torreón, Coahuila, comentaba lo siguiente:
           
"En Chihuahua mi sorpresa y alegría fueron inmensas. Varias organizaciones enviaron unas treinta coronas fúnebres para la ceremonia conmemorativa. El gobernador y los miembros de la legislatura del Estado entraron cuando se estaba cantando la Marsellesa. Los dirigentes sindicales son jóvenes y entusiastas, y la sangre roja que corre por sus venas los impulsa a perseverar en su idealismo, y no la pasividad que tan lentamente mueve a nuestros camaradas de ¡la jornada de ocho horas y aumentos a salarios!" (1).
           
Ricardo Flores Magón fue recibido en todo el país de la misma forma. Lejos quedaba ya la figura de aquel estudiante de Derecho aprehendido por primera vez en un mitin contra la dictadura en 1876. La Revolución había "triunfado" y otro régimen entraba en proceso de consolidación, aunque una nueva disidencia social, fundamentalmente proletaria, se abría paso encabezada por la Confederación General de Trabajadores, influída por las ideas que Flores Magón había difundido y que alcanzaría su climax durante el interludio Delahuertista. Ese era el México de los años veintes, esos los trabajadores que fletaron el tren funerario y recibían un ataud envuelto con la bandera rojinegra.



Entre la libertad, la clandestinidad y la cárcel

Durante su actividad política en México, Ricardo Flores Magón estuvo varias ocasiones preso en la cárcel de Belén. Los periódicos que publicó fueron blanco uno tras otro de la represión: El demócrata, Regeneración, El hijo del Ahuizote y otros, se clausuraron por órdenes de Porfirio Díaz, hasta llegar al extremo de prohibir rotundamente la publicación de los escritos del joven revolucionario en la República Mexicana. Ante la disyuntiva de enmudecer para siempre o ir a la cárcel, decide abandonar el país el 4 de enero de 1904.
           
A partir de ese momento se iniciaría en los Estados Unidos la constitución de un núcleo revolucionario dispuesto a derrocar al gobierno con todos los medios a su alcance. Se vuelve a publicar Regeneración en San Antonio, Texas, el 5 de noviembre  de 1904, y el 28 de septiembre de 1905 se forma la junta organizadora del Partido Liberal Mexicano, en cuyas bases se llamaba a construir organizaciones secretas en México. En la ciudad de San Luis, Missouri, se da a conocer el programa del Partido Liberal, cuyo contenido debería servir para aglutinar a todos los magonistas y convertirlos en verdaderos militantes en un partido.

Ese documento contiene, según Eduardo Blanquel, el primer diagnóstico, la primera síntesis de los problemas de México que se produjo en este siglo (2).

Pero no todo fue miel y rosas. La mano de Porfirio Díaz era tan larga que llegaba hasta Estados Unidos. Los magonistas tuvieron que ejercer su actividad sorteando la persecusión del tirano, que contaba para ello con la complicidad de las autoridades americanas, amén de las miserias que tenía que pasar los revolucionarios y sus familias. Flores Magón conoce también, en compañía de Juan Sarabia, las cárceles gringas.
           
Todo ello no fue obstáculo para que el PLM realizara su actividad conspirativa. Se preparaban los núcleos generadores de la rebelión de México, que sería iniciada "...precisamente ahí donde el sueño porfirista de convertir al país en un "México moderno" capitalista tomaba cada día más forma y amenazaba en convertirse en una auténtica pesadilla para otros, es decir, los obreros de los centros mineros y textiles más importantes de la época: Cananea y Río Blanco" (3).



Vengan los horrores de la represion: el miedo se acaba, la rebeldía contestará con  la acción
Praxedis G. Guerrero


Por los años 1906-1908, la situación política en México se agravó. No solo se produjo la huelga de Cananea y la rebelión obrera de río Blanco, sino también estallaron distintas revueltas armadas en las que los miembros del PLM tuvieron mucho que ver. En agosto de 1906 existían cuarenta grupos magonistas en México y Estados Unidos, con los que se pensaba coordinar un levantamiento que fuera capaz de provocar la rebelión popular.
           
No obstante la base social con que se contaba, este intento de insurrección fue frustrado por la debilidad orgánica del PLM y la infiltración de la policía porfirista. Fracasan de esta manera los levantamientos en Jiménez, Coahuila y Acayucan, Veracruz. Asimismo, son arrestados los principales dirigentes del PLM en El Paso y en Juárez; escapando Ricardo Flores Magón rumbo a Canadá.
           
La persecución se volvió encarnizada. La mayoría de los dirigentes cayeron en la cárcel. Flores Magón, Antonio Villarreal y Librado Rivera fueron secuestrados el 23 de agosto de 1907 con la intención de traerlos a México.
           
Como consecuencia, el PLM debió dividir sus recursos entre la lucha legal en los Estados Unidos para liberar a sus presos y la organización de la insurrección de México. En estas condiciones y con discrepancias internas, se intenta un nuevo levantamiento en 1908. Sobre este, Juan Gómez Quiñones escribe: "la fecha fijada para que estallara la rebelión fue el 25 de junio de 1908, pero tanto el día 19 como el mismo 25 fueron arrestados muchos miembros en Casas Grandes, Chihuahua y El Paso, donde la redada policiaca fue especialmente perjudicial. Los agentes se llevaron documentos, armas, municiones y una gran cantidad de dinamita (proporcionada por los mineros de Arizona).

Los planes se vieron afectados porque el grupo con base en El Paso debía atacar Juárez, ataque que según el programa de acción sería una señal para la movilización de los demás grupos.

A pesar de la represión, los floresmagonistas continuaron su labor con la férrea voluntad que los caracterizaba. La gente de Viezca, Coahuila, grupo integrado por cincuenta hombres, se lanzó al ataque en el momento previsto y ocupó temporalmente la población. El día 26, los cincuenta hombres que formaban el grupo de Del Río, Coahuila atacaron Las Vacas y los restos de la organización de El Paso asaltaron el poblado de Palomas, Chihuahua con armas para solo diez hombres, aunque el contingente era más numeroso.

Durante julio y agosto hubo acciones de guerras esporádicas y, a pesar de las derrotas militares, se fijó la fecha del 15 de septiembre para iniciar una nueva sublevación. Los restos de la policía siguieron mermando las filas de los miembros y dirigentes de muchas localidades. Estas detenciones, sumadas a las del verano anterior y a las bajas en el campo de batalla, fueron tan numerosas que prácticamente acabaron con la fuerza del PLM " (4).




Yo no peleo por puestos públicos

Las vísperas del estallamiento de la revolución de 1910 sorprendieron Flores Magón, recién salido de una cárcel de Arizona, donde cumplió una condena de tres años en compañía de Antonio I. Villarreal y Librado Rivera. La situación en México había variado: la burguesía, que era el sostén de Díaz, se encontraba dividida y una parte conspiraba contra él. Ricardo, siempre atento a los acontecimientos del país, percibió lo que venía y se aprestó a preparar junto con sus compañeros nuevos planes de insurrección, que incluían la toma de Baja California.
           
Las acciones magonistas coincidirían con las de Francisco I. Madero, quien tiempo atrás prestó ayuda económica al PLM, viendo en el incipiente organismo un medio para expresar su descontento contra la política de Porfirio Díaz que se tornaba discriminatoria para su clase. Dicha ayuda fue retirada tan pronto el PLM se definió con el programa de St. Louis, Mo. y sus acciones se hicieron más radicales.
           
El deslinde entre las dos facciones se dio en múltiples momentos. Ricardo dejó bien claro la existencia de dos revoluciones: "La que se reducía a una lucha por el poder que garantizara los intereses de una clase, y la revolución popular con una sola meta: destruír la propiedad y con ella al estado y a las clases sociales" (5).
           
El movimiento de Madero fue en ascenso hasta lograr los tratados de ciudad Juárez el 21 de mayo de 1911. Los magonistas fueron replegándose a Baja California, que había sido tomada con anterioridad por una fuerza expedicionaria de mexicanos y extranjeros que creó una gran polémica, y donde fueron finalmente derrotados por un gobierno ya maderista. Flores Magón, al descalificar a los demás caudillos de la revolución, se quedó aislado en los Estados Unidos, donde varios de sus antiguos camaradas desertaron.



El revolucionario internacional

Con el PLM reducido a nada, Ricardo Flores Magón optó por "dedicarse al primer y al último recurso del activista: la propaganda" (6), aunque no por ello dejaría de ser asiduo huésped de las cárceles americanas. Durante ese periodo forma la Unión Obrera Revolucionaria, y junto con sus últimos correligionarios vive en una comuna criando pollos y sembrando hortalizas y frutas.

Es por ese entonces que escribe algunas obras de teatro, como el drama Tierra y libertad, y otras hermosas páginas literarias en Sembrando ideas y rayos de luz. Pero ese intermedio de tranquilidad duraría poco. El 16 de marzo de 1918 publica un manifiesto dirigido a "los miembros del partido, a los anarquistas de todo el mundo y a los trabajadores en general". Hace un llamado a los pueblos de todo el mundo a insurreccionarse contra las burguesías nacionales, que en ese momento estaban en guerra por repartirse el mercado mundial.

Por ese manifiesto es nuevamente aprehendido junto con Libraro Rivera y condenado a 20 años de cárcel, de los que únicamente purgaría cuatro, antes de que lo sorprendiera la muerte, que ya presentía.
           
Ante la posibilidad de lograr la libertad si hacía una solicitud de perdón a Washington, dejó escrito en una carta dirigida a Nicolás T. Bernal: "¡No lo haré! En mis 29 años de luchar por la libertad lo he perdido todo... he consumido muchos años de mi vida en las prisiones; he experimentado el sendero del vagabundo y del paria. Me he visto desfalleciendo de hambre. Mi vida ha estado en peligro muchas veces. He perdido mi salud. En fin, he perdido todo menos una cosa; una sola cosa que fomento, mimo y conservo casi con celo fanático, y no me retracto, y esa cosa es mi honra como luchador. Pedir perdón significaría que abdico de mis ideales anarquistas. No me retracto. Afirmo que si la especie humana llega alguna vez a gozar de verdadera fraternidad y libertad y justicia social, deberá ser por medio del anarquismo. No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya estoy viejo; pero cuando muera, mis amigos quizás inscriban en mi tumba Aquí yace un soñador, y mis enemigos Aquí yace un loco. Pero no habrá nadie que se atreva a estampar esta inscripción: Aquí yace un cobarde y traidor a sus ideas".



Notas

(1) Gómez Quiñones, Juan. Las ideas políticas de Ricardo Flores Magón. Ed. Era. México 1977, p 218.
(2) Blanquel, Eduardo. Ricardo Flores Magón. CREA-Terranova. México 1985 p 63.
(3) Hernández Padilla, Salvador. El Magonismo: historia de una pasión libertariana 1900-1922. Ed. Era. México 1984, p 29.
(4) Gómez Quiñones. op cit p 53
(5) Blanquel. op cit p 37
(6) Gómez Quiñones. op cit p 77


Raúl Sánchez Trillo estudió la maestría en artes visuales en la ENAP/UNAM. Escribe crónica y cuento, sus textos han sido publicados en periódicos y revistas literarias de Chihuahua. Actualmente es profesor de la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde también es el director.

1 comentario:

  1. Este autor inició en 1978 una abundante actividad narrativa; sus publicaciones eran notables por la belleza y la claridad de su redacción. También era fotógrafo de arte. Ambas actividades las sigue profesando con su gran estilo de artista.

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