31 de diciembre
Por José Lucero
Hola, grupo. Estos días
finales de año y principios del siguiente, en muchos hogares hacemos uno de los
rituales más significativos. Es terminar/ empezar ciclos en base a reflexiones
alejadas un poco del jolgorio casi obligado. Busquemos un espacio de silencio y
hagamos un balance de lo vivido. Así veremos que la vida, esencialmente, ha
estado en contra o a nuestro favor. Hay teorías con las que se puede analizar
esto. La estoica es una: Apartarnos de: soy feliz porque me va bien. O soy
infeliz por mi mala suerte. El estoicismo nos guía a que la vida es tu
compañera para ser feliz, o bien, tu maestra para hallar lecciones que aún
necesitas aprender. Por tanto, y en ambos casos, dar gracias por ello a Dios. Al
destino. O al equilibrio universal. Y si esto se diera así, nuestra opción sería
agradecer. Empezando por agradecer la vida, ya que nada tendríamos que reclamar.
Ni pedir. Ni exigir. Resumiendo: El que mucho agradece, poco tiempo le queda
para reclamar. Esto es un buen inicio. También de año. Para buscar esa
felicidad que solo vive dentro de nosotros.
José Lucero, pintor y gran maestro de artistas.
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