El sueño de los brutos, de
Jesús Chávez y Rafael Cárdenas
Por Eligio Coronado
Estimados amigos: ¡Todo
mundo a leer! Espero les guste esta reseña que publiqué hoy en el 15Diario.com, en la sección "Entre
Libros".
Monterrey. Aunque escribir
es una profesión solitaria, algunas veces los autores buscan una segunda opción
para sus creaciones, como ocurre en los ‘cadáveres exquisitos’, en que un texto
va creciendo según la intervención de varias plumas, o al alimón, donde lo
hacen solo dos, como es el caso de El sueño de los brutos.
Este textuario surgió en el Messenger,
donde Jesús Chávez Marín (Chihuahua, Chih., 1953) y Rafael Cárdenas Aldrete
(Monterrey, N.L., 1964), desde sus respectivas entidades, decidieron unificar
esfuerzos en los que ambos podían sugerir cambios, alargar, recortar, eliminar
y hasta reescribir las propuestas de su contraparte.
El sueño de los brutos
contiene cuentos, relatos, reflexiones y aproximaciones textuales a temas
cotidianos donde predomina un realismo crítico y desencantado, todo dentro de
un formato breve.
Aquí encontramos engaños,
suicidios, soledad, dolor, miseria moral, corrupción, asaltos, injusticias y
demás síntomas de descomposición de nuestra sociedad: “En la milenaria era del
deshielo hubo un plesiosaurio que eligió para su solaz y para sus negocios el
oficio de historiador. (…) Treinta años después ya había publicado veinte
libros, mismos que nadie compraba ni leía, y solo circularon entre los
políticos a quienes zalameramente el autor regalaba” (p. 44).
En esta vorágine de vidas
perdidas, la amargura de los finales infelices está presente como un cáncer:
“siete años después, con una comezón que los hizo incorporar nuevos personajes
a su novela de amor (…), se divorciaron” (p. 31), “El duro golpe resquebrajó el
alma del abandonado; con dolor callado trataba de recrear los dulces recuerdos.
Solitario, vive sus años” (p. 28), “Volví pateando memorias de nuestro pasado
hasta la casita de madera y cartón. Al oír mis pasos salió, encorvada por el
dintel tan bajo de su puerta. (…) No me reconoció tampoco en el presente
inmediato. Tampoco todas las veces que regresé a verla” (p. 66).
¿A quién corresponde el
mérito de esta clase de textos hechos en colaboración? ¿Al que tuvo la idea
inicial? ¿Al que la completó? ¿Al que contribuyó más a su desarrollo? Considero
que a los dos, por el hecho de que ambos, conscientemente, accedieron a construir
juntos este universo literario.
―Chávez Marín, Jesús y Cárdenas Aldrete, Rafael: El sueño de los brutos.
Editorial Secretaría de Cultura de Chihuahua, México, 2021.
7 diciembre 2022
Eligio Coronado es licenciado en derecho y periodismo por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Cursó bibliotecología en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey. Durante treinta años trabajó como bibliotecario en la UANL. Fundó las revistas Cítara y Púa, Cerbatana, Correo de la Capilla Alfonsina y La Hormiga Herrante. Ha colaborado en Estaciones, Reloj de Arena y De Viva Voz. En 2004 fue coordinador del Centro Regional de Información, Promoción e Investigación de la Literatura del Noreste, con sede en la Casa de Cultura de Nuevo León. Ha publicado su poesía en México y el extranjero. Parte de su obra ha sido traducida al inglés por Leticia Damm de Gorostieta, al italiano por Francisca Gutiérrez Hernández, autoras regiomontanas y, al francés, por Dante Medina. Entre sus libros están Cálido flujo, Los primeros once y Antología de la poesía nuevoleonesa.
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