Abismo
Por Sergio Torres
No hay atajos al abismo
femenino. Es peregrinar constante, audición permanente para un papel que por
designio arbitrario puede serte otorgado o no.
El cortejo siempre es igual:
mirarse, sonreír, aproximarse poco a poco o mucho a mucho, depende de la prisa,
las ganas, la confianza, o el fantástico atractivo que la dama ofrezca.
Intentar, ser rechazado, intentar de nuevo, intentar de nuevo, hasta que las
barreras vayan cayendo una a una, al antojo de la dama.
Ella, nadie más, decide qué avance
es aceptado, el roce de un dedo, tomarle la mano, abrazarla, llevarla de la
cintura por la calle, mirarla con hambre y sed de náufrago de noventa días de
cuarentena en casa.
Uno, inocente, confía en sus
habilidades verbales para endulzar el oído de la dama, para conducirla al
deleite de los sentidos, ignorando voluntariamente la experiencia de la dama o
los consejos de su madre, todas las mujeres han escuchado las mismas frases de
labios de los hombres: Qué bonita. Qué rico hueles. Me encanta estar contigo. Eres
tan diferente. No hay nadie como tú. Eres muy madura para tu edad.
El amor, los experimentos de
relaciones que hacemos. El sexo es un fenómeno social tan atractivo, complicado
y único como los participantes y su interacción.
Es posible que sepa de qué
va, pero es hora de que no entiendo cómo es que funciona el amor.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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