Rollos cortos
Una biopic que hay que ver (o no)
Por Luis Raúl Herrera Piñón
En 1952 el matemático y
criptoanalista Alan Turing, además de anónimo héroe británico de la Segunda
Guerra Mundial, es puesto a disposición de la ley por ser homosexual. Un
policía que intuye que hay algo oculto en la vida de Turing comienza a
investigar y con ello llegamos a conocer la fascinante historia del Código
Enigma, utilizado por los nazis para encriptar sus mensajes, y la manera en que
Turing, al frente de un reducido grupo de grandes pensadores, logró descifrar
el código y con ello adelantar en dos años el final de la guerra, salvando
miles de vidas.
El código Enigma es una de las
mejores biopics de las que se han realizado en las últimas décadas, con todo y
que sigue perfectamente las pautas del cine como se hace en Hollywood, sobre
todo porque no se permite excesos en el guion y la fotografía.
El código Enigma es una cinta entretenida, muy emotiva sin llegar a
caer en sentimentalismos. Un guion sólido y actuaciones de primera logran
mantener la atención del espectador durante las dos horas de duración, en la
cuales el personaje principal –a diferencia de las típicas biopics
hollywoodenses– no cae bien, por el contrario, llega a convertirse en el
personaje más antipático de la historia.
Resulta agradable escuchar una banda sonora tan bien
realizada que es capaz de acentuar cada momento decisivo de la historia. La música de Alexandre Desplat pasa a ser un
personaje importante.
Las actuaciones son buenas, como la de Keira Knightley
interpretando a Joan Clarke, la única mujer del grupo de matemáticos y
científicos; pero especialmente destacable es la interpretación de Benedict
Cumberbatch en el papel de Alan Turing, quien es capaz de hacer creer lo
imposible.
Lo más sobresaliente de El código
Enigma es que da a conocer a un personaje que había sido olvidado, y sobre
todo censurado por sus preferencias sexuales, sin merecer un reconocimiento
oficial por su trabajo a favor de la paz. Esta historia se realizó luego de que en el
2013 la reina Isabel II le otorgó a Turing perdón y reconocimiento a título
póstumo.
Con todo y que se trata de una película de ficción, y que,
como ese término indica, se trata de una “simulación de la realidad”, todavía
hay quienes insisten en encontrarle tres pies al gato. Han llegado a afirmar que
la cinta está llena de errores históricos. Sin embargo, es mejor una película
que no sea tan rigurosamente precisa en los datos, pero que emocione, a una que
sea fiel a la realidad pero resulte más aburrida que ver secar pintura.
Título
original: The Imitation Game. Dirección: Morten Tyldum. País: Reino Unido. Año: 2014. Reparto: Benedict
Cumberbatch , Keira Knightley , Matthew Goode. Duración: 114 min. Dónde ver:
Amazon Prime Video y en Youtube, en español, https://www.youtube.com/watch?v=Tr4DmyjDXes
o https://www.youtube.com/watch?v=RD7__vce01o
Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.
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