lunes, 9 de diciembre de 2024

En la vitrina

 

La columna de Bety

En la vitrina

 

Por Beatriz Aldana

 

Bueno... aquí voy. Hace unos pocos días hice un video donde comenté que esta ciudad era pequeña, pero no me refería a los metros cuadrados, sino a que cohabitamos personas que nos conocemos ya sea desde que éramos niños, adolescentes, jóvenes, e incluso ahora como adultos. Muy bien, lo comento porque muchísimas personas me habían manifestado días y meses atrás su alegría por contemplar un cambio muy favorable tanto en lo físico como en lo espiritual, que se ha notado a todas luces en mi persona.

Meses después, también por ahí, otros me manifestaron recientemente un dejo de disgusto (personitas que sé totalmente de su estimación) por algo que miraron y que percibieron que no sería muy grato para mí.

A decir verdad, a mí también casualmente me tocó estar en ese lugar, pero, lejos de ser molesto, resultó todo lo contrario, fue como un pequeño rozón en mi brazo, como cuando se nos dice: ¡pon atención!

Hay cosas en la vida que si no se cuidan como es debido, si se pierden, corren el riesgo de no recuperarse jamás.

Agradezco infinito a todas esas personitas, ya que hoy más que nunca me percato y aprecio profundamente que en lo más mínimo paso desapercibida en los caminos de esta preciosísima ciudad.

 



Beatriz Aldana es contadora y siempre ha trabajado en la industria y en corporativos comerciales. Gran lectora, escribe y produce crónicas de video en sus dos blogs de Facebook, además de La columna de Bety en Estilo Mápula.

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