miércoles, 1 de octubre de 2025

Una marca de la cabeza en la almohada

 


Una marca de la cabeza en la almohada

 

Por Sergio Torres

 

Después del adiós uno se queda una marca de la cabeza en la almohada, cabellos en la coladera, la camisa preferida, verde, con su gran número 7 al frente, que ella usa para dormir. A veces incluso cuando el nuevo viene a tomarla en brazos para pasearla en la nave de los besos, abrazos y caricias.

Después del adiós, aunque tengas su número de teléfono y la dirección de donde vive, no hay más felicitaciones por el día del abogado, el ingeniero, el químico. No hay más flores amarillas en la primavera para ninguna de ellas, ni austral ni septentrional‒. No hay canción de cumpleaños, ni llamada para compartir la buena noticia o pedir ayuda de esas manos que antes acariciaban con íntima confianza.

Después del adiós, todo depende de la madurez de los protagonistas. La ausencia se viste de desprecio. El milagro de amor se transforma en el milagro de odiarse, también nada más porque sí.

Después del adiós, las canciones favoritas se transforman en un triste recuerdo.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

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