domingo, 15 de marzo de 2015

José Alberto


Homilía del domingo 15 marzo 2015



Por José Alberto Nava Aguirre


Queridos hermanos:

Hoy evocamos en el Evangelio el pasaje de la entrevista entre Jesús y Nicodemo. La liturgia sólo nos presenta la última parte. Intenten leer en sus biblias el inicio. Para nuestro espacio semanal, podemos quedarnos con algunas reflexiones:

1. Nicodemo y la búsqueda de Dios. Quizá en mucho, este sabio de Israel se parece al que busca, busca, ayer y hoy, pero no se deja vencer por la evidencia. Sus palabras, sus gestos lo delatan. Y más: el simbolismo de la noche. Noche como búsqueda sin resultado, pero también búsqueda profunda, búsqueda íntima. Lo que busca Nicodemo no es una respuesta más, sino La Respuesta. Y tiene temor de que Jesús no pueda dársela.

2. Don y tarea. Jesús da la respuesta usando el simbolismo del bautismo: nacer de nuevo, de lo alto. El bautismo resume en su riqueza, por una parte, toda la gracia de Dios, que es don gratuito e ilimitado. Pero también es el principio de un caminar, una tarea que abarcará toda la vida. Y por eso, la fe que inicia en el bautismo es esa llamita, una lamparita que ilumina lo suficiente para dar el siguiente paso (papa Francisco), y que dejaremos aparte cuando el Sol de la mañana ilumine todo el orbe.

3. Luces y sombras. En el simbolismo de la serpiente está esa maldad, esas sombras que de pronto envuelven nuestras realidades. Y Jesús, esa esperanza de salvación, que de momento pasa bajo la piel de la serpiente, para poder estar cerca de los que lo necesitamos. Cristo, ya lo dijo san Pablo, se hizo pecado, para salvar a los que estábamos bajo el pecado (2Co 5,21). Por eso aquí Jesús hace el paralelismo entre la serpiente de bronce del desierto, que fue salvación para los israelitas, y la cruz en la que entregará la vida por nosotros. ¡Qué amor tan grande! En efecto, levantado en alto, atraerá a todos hacia sí.

Que el Señor nos permita seguir entendiendo estos misterios de nuestra salvación, y que los traduzcamos en una vida más entregada a las cosas de Dios.

Por cierto, envío como adjunto el folleto del papa Francisco: "Custodiad el corazón". Léanlo y aprovechen la enseñanza. Compártanlo en sus ambientes. 

Muchos saludos, seguimos orando y trabajando por el Reino,

fr Pepe op
+ + +
IV Domingo de Cuaresma
Domingo 15 de marzo de 2015

Del santo Evangelio según san Juan (3,14-21)

En aquel tiempo, Jesús dijo a Nicodemo: “Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así tiene que ser levantado el Hijo del hombre, para que todo el que crea en él tenga vida eterna”.

Porque tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crean en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. El que cree en él no será condenado; pero el que no cree, ya está condenado, por no haber creído en el Hijo único de Dios.

La causa de la condenación es ésta: habiendo venido la luz al mundo, los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas. Todo aquel que hace el mal, aborrece la luz y no se acerca a ella, para que sus obras no se descubran. En cambio, el que obra el bien conforme a la verdad, se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios.
Zona de los archivos adjuntos
https://ssl.gstatic.com/docs/doclist/images/mediatype/icon_3_pdf_x16.png

1 comentario:

  1. Fray José Alberto escribe con tanto cuidado estético su homilía, que hasta los herejes lo leen, por el placer del texto.

    ResponderEliminar