jueves, 19 de junio de 2025

Candelaria Robles Marrujo, lunes 2 febrero 1948/ miércoles 11 junio 2025

 



Candelaria Robles Marrujo, lunes 2 febrero 1948/ miércoles 11 junio 2025

 

Por Sergio Torres

 

Candelaria nació en un mundo recién salido de la guerra, en un poblado cercano al puerto de Mazatlán: Villa Unión, Sinaloa. Pasó su niñez cerca del río, donde, según pláticas de los mayores, jugaban las hermanas Robles a tirarse a las aguas y salir varios metros río abajo. Entre ellas se apodaban Pimienta negra, Pimienta blanca, Comino; Justina, Cande y Chuyita, respectivamente.

Cuando conocí a Cande, ella era una joven de 25 años y yo un recién nacido. Me recuerdo muy apegado a ella y cuánto me conmovió el día en que se casó y ya no volvió a vivir con nosotros.

En 1978, el 12 de octubre, se inauguró el complejo habitacional en el que pasaría el resto de su vida: Fraccionamiento El Parque, unidad construida para trabajadores al servicio del estado que se pobló casi instantáneamente por maestros y empleados de escuelas primarias y secundarias técnicas. Ese día organizaron una carrera de triciclos para los hijos de los vecinos. Cande me llevó con ella, en mi triciclo Apache rojo de asiento negro, llantas negras con rueda cara blanca y borlas bicolor en los manubrios. El objetivo era cruzar el parque de un lado al otro. Yo entendí lo que me dió la cabeza y le di la vuelta completa. Gané una tortuga de plástico con aros apilables y un abrazo de mi tía.

Cande no tuvo hijos, nosotros fuimos quienes recibieron sus regalos de Navidad, cumpleaños, día del niño. Nos regaló ropa, dulces, comida, juguetes. Nos hizo pasteles o nos tomó de maniquíes para sus diseños de costura.

Todas sus palabras eras precisas y sus ideas claras. No había discusiones con ella ¿para qué? Como ser iluminado, su única tarea era existir para hacernos sentir su amor, su generosidad.

Más cerca del Creador, que sí es parte de sus creencias, el día de hoy se une a los que vuelan vestidos de eternidad: sus padres, Francisco y Antonia; sus hermanos Alfonso, Jesús y María de Jesús; su sobrina Alma Leticia, por decir a los parientes que compartimos, respectivamente mis abuelos, tíos, mamá y hermana.

Gracias, Cande, por tu vida, tu amor, tu generosidad.

 


Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.

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