Nieve
Por Sergio Torres
Después de cuatro años, cayó nieve en Chihuahua. Aquí, donde solo nos
visitaban los vientos gélidos y las lluvias frías que no se decidieron a ser ni
siquiera aguanieve, mientras que en derredor Cuauhtémoc, Majalca, Casas
Grandes, El Sauz, se vestían orgullosamente de blanco en el frío invernal.
Qué alegría tan grande mirar caer los copos durante la noche, ver cómo
el campo frente al departamento que habito iba acumulando capa tras capa de
estos efluvios celestiales en el romance entre el cielo azul y la cálida
tierra, siempre dadivosa, siempre generosa, árida al tiempo que ávida por
entregar sus frutos a quien la cultiva.
En medio de este marco de frío y suelo congelado, resbalé y caí, como en
casa de jabonero, golpeando la oreja derecha contra el barandal que separa la
seguridad de mi terraza de la banqueta, casi tres metros debajo de mi piso.
Allá fui a dar con toda mi humanidad, frágil y humildecido intencionadamente,
con una derrepentencia azorante.
Mi hijo gritó desde la cocina ¿Estás bien? a lo que respondí: No te
salgas, está resbaloso y tú estás descalzo.
Como pude, afianzándome en los barrotes y luchando por recuperar la
vertical, comencé a bajar el escalereado lleno de impoluta nieve nueva,
esforzando mi zumbante cabeza y mi oreja, que sentía caliente como recién
picada de avispa. Así llegué al auto y paleé la nieve de encima, de los
cristales, de los faros, del cofre. Subí y salí a llevar a la Stella al trabajo
y, de regreso, llegué al hospital, por una orden de cirugía y a que revisaran
la oreja, más grande y ennegrecida, y la cabeza, que también sufrió por la
caída.
Tres horas, un par de medicamentos inyectados, cuatro radiografías y
tres consultas después, salí con el diagnóstico más ambiguo que se pueda tener:
No me pasó nada, pero se me rectificaron las cervicales: si me duele el cuello
algún día, no debe extrañarme.
Tengo el tabique desviado y ya. Con reposo, analgésicos y
desinflamatorios esto va a pasar. Si se me vuelve a inflamar la oreja o se
llena de sangre, habrá que drenarla.
Marcador final: Nieve 1 - Sergio 0.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario