jueves, 30 de enero de 2025

Había una vez una hormiga grandota

 

Rollos cortos

Había una vez una hormiga grandota

 

Por Luis Raúl Herrera Piñón

 

No hay enemigo pequeño, o, mejor, no hay idea –por diminuta que esta sea– que no termine en la pantalla haciéndonos comer palomitas de maíz.

Lamentablemente esta película ya la hemos visto muchas veces, con otros títulos, otros actores y otros efectos especiales –a veces sin ellos–. Es que el cine de Hollywood se repite a sí mismo hasta el cansancio. Ha de ser que los guionistas tienen flojera de hacer alguno nuevo o, más bien, que la industria del cine del vecino país juega a lo seguro y le da a los consumidores de sus productos –tristísimamente todos nosotros– más de lo mismo, que al fin y al cabo el espectador está acostumbrado a pisar en terreno seguro, es decir, a no arriesgarse a ver propuestas novedosas que le saquen de su área de confort, de aquello que espera porque ya conoce.

La historia de Ant-man (2015) o sea El hombre hormiga no es distinta de la de otros superhéroes de la pantalla grande: un padre que desea recobrar el cariño de su hija, un problema familiar grave de trasfondo –que terminará felizmente resuelto–, un malo muy malo, un héroe muy bueno, algún niño para endulzar la historia, peleas, efectos especiales, la lucha por salvar la humanidad del desastre –siempre hay algún estadunidense listo para salvar al mundo–, más efectos especiales, el bueno que le gana al malo, y algunos detalles chistosos para que quede claro que todo es una historia de fantasía y que no se asesinó a nadie de verdad, no vaya a ser que algún espectador quede traumado por tanta violencia.

Como es costumbre en el cine de Hollywood, todo está perfectamente planeado y realizado; bien los efectos especiales, las actuaciones pasables y la fotografía mucho más que aceptable. Aunque, como ya dije antes, el filme cojea del guion, al que le falta originalidad y le sobran lugares comunes.

Hay quienes piensan que el cine basa su existencia en el entretenimiento, que las películas deben hacernos pasar un buen rato –hay algunos que exigen que solamente debería de haber filmes que nos hagan reír– y nada más. Pero hay otros que pensamos que el cine es una herramienta maravillosa para mover nuestras emociones y echar a funcionar el intelecto. No estaría de más que las cintas que nos hagan reír nos den que pensar y nos estrujen –aunque sea un poquito–, los sentimientos. Hay directores de cine que lo han logrado, pero de eso escribiré en otra ocasión.

No quisiera terminar este lamento –perdón, quise decir comentario– sin decir que lo único sobresaliente del filme Ant-man fue la actuación del veterano actor Michael Douglas, que con su sola presencia le quita a esta marvelada ese aire de banalidad que transpira.

Aunque, como ya dije al principio, este hombre hormiga hace buen trabajo al entretenernos un buen rato, con la mano de la boca al recipiente de las palomitas y viceversa.

 

Título original: Ant-Man. Dirección: Peyton Reed. País: Estados Unidos. Año: 2015. Reparto: Paul Rudd , Michael Douglas , Evangeline Lilly , Corey Stoll. Duración: 117 min. Dónde ver: Amazon Prime Video.

 


Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.

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