Rollos cortos
Había una vez una hormiga grandota
Por Luis Raúl Herrera Piñón
No hay enemigo pequeño, o, mejor, no
hay idea –por diminuta que esta sea– que no termine en la pantalla haciéndonos
comer palomitas de maíz.
Lamentablemente esta película ya la
hemos visto muchas veces, con otros títulos, otros actores y otros efectos
especiales –a veces sin ellos–. Es que el cine de Hollywood se repite a sí
mismo hasta el cansancio. Ha de ser que los guionistas tienen flojera de hacer
alguno nuevo o, más bien, que la industria del cine del vecino país juega a lo
seguro y le da a los consumidores de sus productos –tristísimamente todos
nosotros– más de lo mismo, que al fin y al cabo el espectador está acostumbrado
a pisar en terreno seguro, es decir, a no arriesgarse a ver propuestas
novedosas que le saquen de su área de confort, de aquello que espera porque ya
conoce.
La historia de Ant-man (2015)
o sea El hombre hormiga no es distinta de la de otros superhéroes de la
pantalla grande: un padre que desea recobrar el cariño de su hija, un problema
familiar grave de trasfondo –que terminará felizmente resuelto–, un malo muy
malo, un héroe muy bueno, algún niño para endulzar la historia, peleas, efectos
especiales, la lucha por salvar la humanidad del desastre –siempre hay algún
estadunidense listo para salvar al mundo–, más efectos especiales, el bueno que
le gana al malo, y algunos detalles chistosos para que quede claro que todo es
una historia de fantasía y que no se asesinó a nadie de verdad, no vaya a ser
que algún espectador quede traumado por tanta violencia.
Como es costumbre en el cine de
Hollywood, todo está perfectamente planeado y realizado; bien los efectos
especiales, las actuaciones pasables y la fotografía mucho más que aceptable. Aunque,
como ya dije antes, el filme cojea del guion, al que le falta originalidad y le
sobran lugares comunes.
Hay quienes piensan que el cine basa
su existencia en el entretenimiento, que las películas deben hacernos pasar un
buen rato –hay algunos que exigen que solamente debería de haber filmes que nos
hagan reír– y nada más. Pero hay otros que pensamos que el cine es una
herramienta maravillosa para mover nuestras emociones y echar a funcionar el
intelecto. No estaría de más que las cintas que nos hagan reír nos den que
pensar y nos estrujen –aunque sea un poquito–, los sentimientos. Hay directores
de cine que lo han logrado, pero de eso escribiré en otra ocasión.
No quisiera terminar este lamento
–perdón, quise decir comentario– sin decir que lo único sobresaliente del filme
Ant-man fue la actuación del veterano actor Michael Douglas, que con su
sola presencia le quita a esta marvelada ese aire de banalidad que transpira.
Aunque, como ya dije al principio,
este hombre hormiga hace buen trabajo al entretenernos un buen rato, con la
mano de la boca al recipiente de las palomitas y viceversa.
Título original: Ant-Man.
Dirección: Peyton Reed. País: Estados Unidos. Año: 2015. Reparto: Paul Rudd ,
Michael Douglas , Evangeline Lilly , Corey Stoll. Duración: 117 min. Dónde ver:
Amazon Prime Video.
Luis Raúl Herrera Piñón es el jefe de la Unidad de Cine de la Quinta Gameros desde hace 19 años, tiempo en el que ha privilegiado la difusión de la cultura, a través de cine de calidad. Durante años publicó en El Heraldo de Chihuahua su columna Rollos cortos, en donde hacía crónicas y crítica de cine.
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