La columna de Bety
Un valle de dos ríos
Por Beatriz Aldana
Bueno, aquí voy. Vivo en lo
alto de un cerro ‒cuasi
montaña‒, acá por el Oeste, y por ende tengo
la visión de toda la ciudad de Chihuahua, por los cuatro puntos cardinales. Me
percato de que se encuentra ubicada en una hondonada flanqueada en el noreste
por el Rio Sacramento y al este-oeste por el Rio Chuvíscar: lógicamente la gran
mayoría de las Avenidas grandes originalmente son arroyos que alimentan estos
dos ríos.
Ante esa situación
geográfica, es inexplicable que no se tenga precaución por parte de las fraccionadoras,
inclusive del Ayuntamiento, para verificar los arroyos que están perfectamente
señalados en los mapas de Chihuahua incluso desde tiempos antiguos.
Por esta razón ahora estamos
contemplando con tristeza cómo esta agua que reconoce su cauce está ocasionando
daños y pérdidas incalculables a todas las personas que de buena fe adquirieron
viviendas en lugares no adecuados.
Ojalá que en lo futuro se
tenga más precaución para conceder permisos de construcción a las fraccionadoras
y las constructoras, y que se verifique con mucho cuidado esta cuestión.
Beatriz Aldana es contadora y siempre ha trabajado en la industria y en corporativos comerciales. Gran lectora, escribe y produce crónicas de video en sus dos blogs de Facebook, además de La columna de Bety en Estilo Mápula.
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