Ozzy Osbourne y el metal sombrío
Por Miguel Ramírez Ochoa
Se afirma que Black Sabbath es el creador del
género musical heavy metal con su primer álbum homónimo de febrero de
1970, el cual fue grabado en un solo día, igual que el álbum debut de The
Beatles Please please me, de 1963.
La
banda británica, nacida en Birmingham en 1968, y conformada por el cantante
Ozzy Osbourne, el guitarrista zurdo Tony Iommi, el bajista Geezer Butler y el
baterista Bill Ward, marcaron un punto de inflexión en la industria musical,
introduciendo el “rock oculto” con una guitarra afinada en modo grave y, no se
diga, bajeos entrecortados.
Black
Sabbath no se dejó influenciar por el movimiento flower power o “poder
de la flor”, productor de la cultura hippie, que eran la esencia de Beatles,
Rolling Stones y Cream a partir de 1967; tampoco coqueteó con el folk de
Bob Dylan, sino que creó el “ritmo tritono”: se da en la tonalidad de Do entre
Fa y Si, mediante un movimiento contrario de las notas Si y Fa, obteniéndose un
sonido oscuro y sombrío, llamado “intervalo inestable”.
Bajo
ese intervalo inestable, que escuchamos en varias piezas como Black Sabbath,
Warning, Electric Funeral y War Pigs, Tony Iommi fundó Black Sabbath después de
estar en un grupo llamado Earth, proyectando esos siniestros acordes semejantes
a las películas de terror; pero sabemos perfectamente que ningún instrumentista
florece sin un vocalista excelente, el cual se convierte, la mayor parte de las
veces, en el frontman de la banda.
Ese
hombre frontal se llamó Ozzy Osbourne, cuyo nombre verdadero fue John Michael
Osbourne (1948-2025), quien junto con sus cuatro compañeros se dedicó a
elaborar música pesada con mensajes perturbadores.
La voz
de Ozzy es una entremezcla de agudos con graves pastosos, notándose en los
álbumes Black Sabbath (1970), Paranoid (1970), Master of Reality (1971),
Sabbath Bloody Sabbath (1973) y Sabotage (1975).
A
partir de 1976 las cosas cambiaron: las peleas constantes entre Iommi y Ozzy, y
en veces entre Butler y Ozzy, además del consumo constante de alcohol y drogas
entre los cuatro miembros, hicieron mella en la calidad discográfica de la
banda (debido al cansancio de las giras y abuso de sustancias, se les olvidaban
ideas).
Los
discos Technical Ecstasy (1976) y Never Say Die (1978) marcaron el fin del
Sabbath original: Ozzy dijo: “Ya no componíamos material que nos caracterizó,
estábamos haciendo jazz”.
A
fines de 1979, Ozzy fue despedido, siendo remplazado por otro vocalista de voz
sumamente educada, Ronnie James Dio.
Ozzy
marcó la etapa original de esta banda que, en circunstancias similares, se
disputa la creación del heavy metal con Led Zeppelin, pero con un sonido
subterráneo.
Miguel Ramírez Ochoa especialista en latín, articulista en El Heraldo de Chihuahua a partir de abril de 1989 y autor de los libros Sendero estival y la novela En busca de un año, tiene un diplomado en paleografía por la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Trabajó en el Instituto de Cultura del Municipio de Chihuahua como corrector de textos, como bibliotecario y como profesor de Taller Literario.
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