Mientras
estudiaba mi rostro como si fuera un crucigrama/ Presentación del libro Pequeños
privilegios
Por Jesús Manuel
Gallegos De Santiago
Conocí a Javier
Flores en el taller de literatura del Ichicult, a cargo, en aquella época, de
Josefina Sandoval. Cristóbal Pérez Paredes me lo presentó como a un periodista.
Ese periodista resultó ser el editor de Desierto Guía, un folleto de
publicidad que contaba con un espacio dedicado a textos literarios o afines a
la literatura. Solo por eso, Javier Flores ya era, para mí, una celebridad.
Un día supe que
le gustaba el cine. Chaplin y Buster Keaton fueron tema de pláticas
posteriores, así como varias películas mexicanas de la Época de Oro. Una noche me
dijo que quería hacer un corto. Mientras estudiaba mi rostro como si fuera un
crucigrama, agregó: Los tres pilares de una película son: la historia, las
actuaciones y la dirección. Quiero que seas el camarógrafo. Acepté.
Durante dos
semanas desfilaron frente a mi celular decenas de actores cuidadosamente
vestidos, caballos, sangre, muertos, escenarios naturales y antiguas haciendas,
sin saber cómo le había hecho Javier para gestionar todo ello. Por diversas
razones, el corto nunca salió a la luz pública, pero su realización fue una
muestra de lo que Javier podía lograr cuando se proponía algo.
Seguí viendo a
Javier los sábados en Café Placeres. Uno de esos sábados llevó un relato donde
aparecían unos mafiosos mexicas, luces de neón, caminos solitarios, coches
lujosos. De pronto, era común ver a Javier llegar con copias de su último
relato, o uno que ya había presentado pero corregido, para la consideración de
los presentes. Y eso se repitió a lo largo de varios meses.
También era
habitual ver a Javier eliminando párrafos enteros: el tamaño de cada uno de los
textos se redujo a menos de la mitad. No lo esperábamos, pero de pronto Javier
ya tenía una colección de relatos lista para el cajón de los recuerdos, el bote
de basura o su publicación. Lo animamos a publicarlo.
Me dijo: Las
dos cosas más importantes en la presentación de un libro son: el libro y el
brindis. Quiero que seas un presentador. Acepté.
El sistema de
sus relatos es el de utilizar una prosa sin pretensiones literarias para
describir de manera sucinta lo que sucede y, como en aquella obra audiovisual,
hay sangre, muertos; personajes vestidos de acuerdo con la ocasión.
A diferencia del
cortometraje, el libro ya se ha publicado y está aquí, listo, esperando
impaciente el escrutinio de nosotros, los lectores.
Flores, Javier:
Pequeños privilegios. Editorial Aldea Global, México, 2025.
Jesús Manuel Gallegos De Santiago es egresado del Instituto Tecnológico de Chihuahua. Escritor, cronista e ingeniero electrónico industrial con experiencia en telecomunicaciones.

¡Muy buena reseña! Aunque en los proyectos de Javier no haya tenido los papeles importantes, debieron ser muy significativos.
ResponderEliminar¡Saludos!