Dejarlo por la paz (entrevista)
Por Guadalupe Ángeles
Como seres humanos diversos, inquietos,
que no saben estarse en su cuarto mirando por la ventana, se nos ocurre irnos
de viaje por ahí. Fue en una de esas idas a los lugares donde las mujeres
comparten las cosas que escriben que conocí a Carmen Valero. De inmediato me
fascinó su escritura, quizá por el tema, quizá por la inteligencia con que nos
dejó a las demás mujeres esperando escuchar más de aquella su primera novela
que compartió en Mazatlán con otras como yo que gustan de las letras y el mar,
sin pensarlo y sin arrepentirme, le dije, una vez que terminó la lectura
conjunta, si estaba de acuerdo en intercambiar libros. Fue así que me hice con
el ejemplar de “Dejarlo por la paz”.
El feliz
acontecimiento ocurrió en el mes de noviembre de 2025, en el Quinto Encuentro
de Escritoras y Lectoras, donde tuve la alegría, por segundo año
consecutivo, de encontrarme con la gran Julieta Montero, poeta sinaloense, gran
anfitriona de esta fiesta en la que me siento siempre en casa.
Luego, ya en esta ciudad, y entre los pasillos de la inmensa Feria del Libro de
Guadalajara, encuentra uno siempre caras conocidas y un sinfín de rostros
nuevos, tuve el gusto de encontrarme, gran suerte, con Carmen Valero, esta
joven novelista que radica en la ciudad de Culiacán, Sinaloa, y en este año
presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara su primer y
extraordinario trabajo Dejarlo por la paz. Al preguntarle sobre esta
experiencia comenta: ya que esta Feria es la más importante de Iberoamérica ha
sido una fantasía vuelta realidad. El año pasado visité la FIL como
espectadora, apoyando a mis compañeros escritores del taller de Autor de Éxito,
de nuestra mentora Alexandra Castrillón, que venían dando a conocer sus
novelas. Yo estuve presente en sus charlas e imaginaba que en algún momento
estaría también yo, delante de un público, platicando de qué trata mi novela y
cómo es que nació. Lo que no imaginé es que sucediera tan rápido, de un año al
otro. Debo confesar que me sentía nerviosa, saberme escritora aún es algo nuevo
para mí y reconozco que es un reto que los lectores le brinden una oportunidad
a mi novela, de entre tantas opciones de lectura que hay.
Mi
novela, Dejarlo por la paz, nació con un enfoque hacia mujeres, sobre
todo de mi generación, que han sido educadas de manera recatada y que deseen
disfrutar la libertad de expresión íntima, sensual y erótica. Sin embargo, creo
que me quedé corta en mi visión, pues mi novela ha sido bien recibida desde
lectoras adultas jóvenes, hasta mujeres de la tercera edad, y aún más
reconfortante, caballeros que la han leído y se han quedado intrigados con la
historia y fascinados con las escenas eróticas descritas en ella.
Al
visitar la Feria tuve la oportunidad de conocer a otros escritores noveles como
yo, con quienes me sentí identificada, pues están en este mismo camino de
buscarse un sitio entre el gusto de los lectores.
Y
siendo nuevos escritores, eso percibí, exponer nuestras obras en la FIL de
Guadalajara es un paso muy importante para empezar a ser reconocidos y que
nuestras obras sean adquiridas, leídas, disfrutadas, comentadas y recomendadas.
Aunque al ir iniciando nuestra carrera debemos tener en cuenta que es muy
probable que la inversión económica para asistir deba ser cubierta por nuestra
propia cuenta. Supongo que es poco usual que una editorial importante invierta
su capital en un escritor apenas emergente. Se deben considerar los costos de
la feria e impresión de suficientes ejemplares, así como separadores de libros
o algún detalle que consideren ofrecer a los asistentes, aunado a esto, si son
escritores foráneos, como yo, pagar transporte, hospedaje, alimentación y de
manera adicional, capital para los libros de otros autores que quisiéramos
llevarnos a casa, esa sería mi recomendación para los nuevos autores que
decidan presentar aquí sus obras.
En
cuanto a los libros en sí, la FIL ofrece un mundo de posibilidades, autores de
todo género y para todo tipo de lectores. Personalmente me enfoqué en temas
relacionados con el género que estoy escribiendo, como erotismo y romance, pues
me gusta leer sobre ello, pero también leo sobre autoconocimiento y superación
personal. Me llevo un libro muy lindo que me regaló una amiga
escritora, Delta de Venus, de Anaïs Nin. Adquirí Pausa y sentido,
de Emily Atallah, Tu mente te miente de Eva Alfaro, Andy
y Jack de Kat VanRoll. También se me atravesó en el camino el Kama
Sutra, de Mallanaga Vatsyayana (debí leerlo hace mucho tiempo), un set de
Metafísica 4 en 1 y la Guía del principiante para el Karma,
de Lama Lhanang Rinpoche y Mordy Levine. Además de algunos libros de recetas
para mis hijas, ya que les encanta hornear postres.
Me gustaría concluir que haber
presentado Dejarlo por la paz en la FIL de Guadalajara ha dejado un
recuerdo maravilloso que me llevo en mi corazón, lo atesoraré como el paso más
grande que he dado hasta ahora para buscarle a mi novela un lugar en este vasto
mundo literario.
(Hago este paréntesis para informar a
los lectores quizá ya picados por la curiosidad que la novela de Carmen Valero
se encuentra a la venta en las librerías México y Sra. Dalloway en Culiacán,
Sinaloa, también en la plataforma de buscalibre.com.mx –para aquellos
que sí saben de internet–. G.A.)
Guadalupe Ángeles nació en Pachuca, Hidalgo. Fue directora de la revista Soberbia. Entre sus obras se encuentran Souvenirs (1993), Sobre objetos de madera (1994), Suite de la duda (1995), Devastación (2000), La elección de los fantasmas (2002), Las virtudes esenciales (2005) y Raptos (2009). Ha colaborado en Ágora, El Financiero, El Informador, El Occidental, La Jornada Semanal; en las revistas electrónicas nacionales Al margen y Argos y en las españolas: Babab y Espéculo. Premio Nacional de Novela Breve Rosario Castellanos 1999 por Devastación. Actualmente reside en Guadalajara.

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