domingo, 19 de mayo de 2019

Jesús Manuel Camúñez Ochoa. Su cuento De repente más viejo

De repente más viejo

Por Jesús Manuel Camúñez Ochoa

Era el mismo que noches atrás había conocido en el puesto de hamburguesas. Traía el morral de lona, chamarra de cuero, la misma camisa y pantalón, hasta las mismas botas vaqueras. Lo que no traía era la tejana roja. Caminaba lento y encorvado, parecía que de repente se hubiera hecho más viejo: tenía el pelo sucio y enmarañado, los ojos lagañosos y el bigote desarreglado, las espinas de la barba. Caminó hacia un rincón y dejó caer el morral para después sentarse sobre él.
Fui a despedir a mi prima Juana a la estación del ferrocarril, porque se regresa a su casa después de pasar las vacaciones de Semana Santa con nosotros. Ya el tren se había ido y me regresaba cuando lo miré: me parecía imposible que fuera el mismo. Apenas hacía dos noches que lo había conocido bien línea, muy contento porque al fin, después de seis años de andar trabajando allá en el otro lado, volvía con su familia.

***
— Sirva más botana aquí para mi amigo. Y usted también éntrele, compa, yo le pago todo.
El escuálido muchacho traía el pelo cortado a rape. Preparaba las hamburguesas y no dejaba de tallar el comal, casi se le salían los ojos cada vez que el ranchero sacaba los rollos de billetes verdes, los puros dólares. Con la boca abierta escuchaba las aventuras que el tipo aquel nos relataba, todas las cosas que le habían pasado.
El ranchero andaba muy contento, había tomado varias copas y decía que yo era su amigo, sí, nomás porque le dije al cantinero, un rato antes, que el dólar se cambiaba a doscientos y que si seguía pagándoselo a ciento cincuenta, mejor se los cambiaba yo para que pagara la cuenta y de una vez se fuera a ver a su familia. De ahí en delante muy compas, me abrazó y hasta me invitó a comer.
Me acuerdo que cuando nos despedimos platicó que le iba a pagar cinco mil pesos a una patrulla para que lo llevara a su casa con la sirena a todo volumen y las torretas prendidas. Según él, que para darle una gran sorpresa a su mujer.

***
Pensando todo esto y haciéndome un montón de preguntas, me acerqué a donde estaba para saludarlo, pero antes de que yo abriera la boca volteó y me pidió un cigarro. Me busqué la cajetilla en la bolsa de la camisa y como no traía lo invité a que fuéramos a comprar una cajetilla. Se levantó de mala gana y me siguió. Ya de camino le pregunté si no se acordaba de mí. Me miró con atención y se quedó medio pensativo. Entonces le recordé lo de la otra noche, cuando nos había dicho que en el morralito cargaba ropita gabacha que les traía a sus hijos. Se paró y se me quedó viendo de clavo, con los ojos muy abiertos, después puso cara de burro calabacero y empezó a pujar, y me lo contó llorando como un niño chiquito.

***
Me contó que cuando le había enseñado los dólares a los patrulleros, se habían quedado como de palo, luego se bajaron y lo gasearon, lo tupieron a macanazos y patadas para después bajarle toda la lana; lo dejaron ahí mismo tirado como a un perro.
Bien madreado y sin un cinco en la bolsa llegó a su casa. Su mujer en cuanto se repuso de la sorpresa lo tupió a sartenazos, no le creyó que lo hubiera asaltado la chota. Ni siquiera lo dejó ver a sus hijos. Le dijo: borracho, indecente, peleonero y quien sabe cuántas cosas más. Para acabarla de torcer, lo corrió de la casa.

***
Pobre amigo. Saqué de la bolsa los diez dólares que él mismo me había regalado de recuerdo de la otra noche y se los di. Me dio las gracias y me dijo que ya se iba otra vez para el otro lado, a ver si ahora corría con mejor suerte.
22 diciembre 1984


Jesús Manuel Camúñez Ochoa nació el 8 septiembre 1955 en Cahuizore, Municipio de Ocampo, Chihuahua. Estuidió en la Escuela Secundaria Abraham González, en Saláices, Chihuahua. Participó como cuentero en el Encuentro Internacional de Cuenta Cuentos en Guadalajara, en 1989, en la Tercera Feria Internacional del Libro de Guadalajara, FIL. Participó en Yucatán en 1990 como cuentero en el Segundo Encuentro de Asnacc (Asociación Nacional de Cuenta Cuentos), en el Aniversario de la Fundación de la Ciudad de Mérida, Yucatán. Se dedica a dar conferencias y espectáculos de Cuentero en Valle de Allende Chihuahua, donde actualmente radica. Como cuentista, ha publicado relatos y cuentos en la revista literaria Azar y en los suplementos Letras al margen, de El Heraldo de Chihuahua y en Aura y ProLogos, del periódico Novedades de Chihuahua.

No hay comentarios:

Publicar un comentario