Un caballero
Por Iliana Villanueva
No me agradó la forma en la que me
estabas juzgando, como si fuera un inmaduro, y te lo dije. Ese no es el hombre
con el que estás tratando aquí, ¿ok? Yo no estoy molesto, simplemente que este
tema para mí ya pasó, desde que me dijiste todo eso por mensaje de texto, aún sabiendo
que yo iba manejando, después de haber estado contigo. Pero bueno, no fuiste lo
suficientemente madura como para levantar el teléfono y decirme: oye papi no me
gustó esto. Llámame.
Hoy es miércoles. Llevas tres días
estancada en la misma idea. Yo acá no tengo nada tuyo, ni necesito nada tuyo.
Tu forma de ser y tu mala conducta hacia mí, cuestionando mi integridad, no han
cambiado. Carajo, ni siquiera te has tomado la molestia de decir lo siento. Pensar
que yo sea una persona así, que deplora tanto a las mujeres… eso, como te dije,
me ofendió muchísimo porque yo a ti nunca te he tratado como a una puta, porque
cuando me recibiste así, en tu casa, como lo hiciste, e hicimos el amor, yo
nunca pensé mal de ti, ni te traté mal. Pero parece que no tienes la
posibilidad de reconocer que te fuiste completamente de tu raciocinio al
juzgarme como si yo fuera un convicto, un tipo malo de la calle. Has tenido tres
días para llamar y no lo has hecho.
No sé dónde estás hoy. Lee completos mis
mensajes, que para eso te los escribo. Y por acá te dejo también estos mensajes
de voz, para que escuches mi tono, para que no malinterpretes, para que no
pienses que estás hablando con una persona molesta, un hombre enojado con el
mundo. Mira por dónde estás interpretando mis palabras, te lo vuelvo a repetir,
yo nunca te he tratado como a una puta, como a una ramera, tú lo sabes. ¿Por
qué razón me acusas y me cuestionas y me tratas como basura? Lo único que he
hecho es pasar el fin de semana contigo y sacarnos unas fotos donde tú y yo
estamos haciendo el amor, unas fotos para los dos, para compartir contigo, porque
ni siquiera preguntaste para qué las quería; te enojaste y quisiste borrar
todo. Y te lo dije, ya está. Hace cuatro días que no sé de ti. ¿Está todo bien?
No, la clave no es el consentimiento; la
clave es que tú no pienses mal. No sé con qué tipo de persona piensas que estás
tratando. ¿Una forma de violencia sexual? Estás muy equivocada y se te ha ido
demasiado la rosca con eso. ¿Cuándo has visto un caso de acoso o una cosa de esas
en las noticias de mi país? ¿Y quién te dijo
a ti que yo soy machista? No tengo la necesidad de estrangular la integridad de
ninguna mujer. Yo tengo madre y tengo hermana y ninguna
de las personas que han estado conmigo ha sufrido eso. Ni siquiera tú. Así que
tranquilízate, lee con calma para que veas cómo todo esto lo estás
malinterpretando y lo estás llevando de cero a cien, sin ninguna razón. La
realidad es una sola. Si te ofendí... No, si te ofendí, nada, porque realmente
yo no te ofendí. Tú y yo estábamos haciendo el amor y yo quería compartir ese
momento contigo, crear nuestra memoria. No te gustó, se borró. Yo no dije nada.
¿Te cuestioné algo cuando me lo pediste? Te dije: ya está, hecho. Ahora después
de cinco días, ¿sigues con lo mismo? Y hasta hoy no has tenido la delicadeza de
disculparte, de decir perdón, lo siento. Se te olvida que los hombres también
tenemos sentimientos y que a los hombres también se los respeta, como se
respeta a las mujeres. Tus acciones son las que reflejan una falta de madurez,
de decencia, de comprensión, de tener la capacidad de entender a la otra
persona. Porque, al igual que tú, yo tengo sentimientos, y mis sentimientos se
pueden afectar, al igual que los tuyos. La vida no se trata de ti. Y me
lastimaste. Te estoy mandando este mensaje de voz para que te des cuenta de la
diferencia. Yo no te estoy mandando mensajes de texto con un mal tono. Pero es
que tú tienes una forma de ser que... no fue la mujer que me enseñaste, y ya
veo bien todos tus colores.
¿Machista? Eso no tiene nada que ver. Un
detalle que se te olvida, parece, es que yo fui criado por una mujer con muchos
valores y una mujer que tiene mucha sabiduría, que es mi mamá, que no solamente
ha estado en un país sino en muchos, y que tiene muchísima más educación que tú
y muchísimos más valores que tú, muchísimos más. Yo fui criado por una mujer excepcional,
y muy orgullosamente yo abro la boca para decirlo. Así que si hay alguien que
realmente respeta a las mujeres, se llama Víctor Manuel. Se te olvida eso, que
es bien importante, que no estás hablando con un hombre de la calle y que estás
totalmente equivocada, pero totalmente equivocada, si no tienes una disculpa. Y
mira que botarme por texto...
Ni siquiera has tenido la delicadeza, la
decencia, la capacidad para llamar y decirme lo que quieras decirme. Si todo lo
quieres decir por texto estás completamente equivocada, no tienes nada de qué
hablar. Te lo repito: nunca te traté como a
una puta, como se trata a una cualquiera.
Ni siquiera has valorado el tiempo que
yo invertí. Mi ex novia también me cortó así nomás, por texto. Y mira que yo
estaba dispuesto a hablar. Ese es el problema de ustedes, las mujeres de ahora,
cuando tienen la oportunidad de encontrarse con un buen hombre y expresarse, no
lo saben hacer, por eso siempre lo terminan jodiendo todo. Tú has tenido seis
días para llamar y disculparte. Si no lo has hecho, es porque no lo quieres
hacer. Lamento mucho, ¡aj! hasta el haber compartido mi propio cuerpo contigo.
Iliana Villanueva estudió Latin American Poetry en University of California, Irvine
Anteriores: University of California, Irvine e Instituto de Bachilleres de ciudad Cuauhtemoc. Trabaja en ACLAS
- Andean Center for Latin American Studies y Highline
College. Anteriores: University
of Washington y Bellevue
College.
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