Luis Fernando Rangel. Plástico

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Plástico

Por Luis Fernando Rangel

1

Nunca fui bueno con las despedidas. Cuando sepultamos a mi padre, sentí que cada palada caía sobre mí: así, de palada a palada, es como uno comienza a echarse al mundo encima. A papá le pasó igual cuando sepultó a su padre. Y así como mi papá vio a mi abuelo en el ataúd, yo lo vi a él esperando la resurrección de todos los muertos y la gloria eterna. Después, lloré en mi habitación.

Cuando era niño me enfrenté a la despedida y a la sepultura un par de veces. La última tarde que jugué en la casa de mi abuelo, sepulté a toda una manada de dinosaurios en el patio. Los vi dormir sobre la tierra esperando la resurrección. Ellos ignoraban que sus antepasados murieron hace millones de años y que por sus pequeños cuerpos el petróleo corría como un recordatorio de la sangre.

De esos dinosaurios no recuerdo mucho. Recuerdo el lamento. Eran verdes como el pasto que había en los campos de fútbol. Sin embargo, en el patio no había pasto para que jugaran a la guerra y se camuflaran. Por eso los enterré en la tierra más árida. Por eso nunca creció un árbol sobre sus tumbas.

2

Ella también tuvo una despedida con sus juguetes. Más o menos solemne.

Esa tarde preparó a sus muñecas para la despedida. Las bañó y las sentó en el sillón más grande de la sala. Luego, frente a todas, pronunció el discurso más emotivo que jamás alguien haya pronunciado.

—Tengo que crecer y cuando sea grande ya no podré jugar con ustedes —finalizó.

Después lloró cuando se enteró de que su automóvil de plástico, en el que sus muñecas conocieron el jardín en búsqueda de dinosaurios y sus muñecos persiguieron a los más temibles forajidos, fue vendido en una venta de garaje.

Después lloró de risa cuando lo recordó. Toda risa oculta una lágrima.

3

La resurrección llegará el día en que el plástico sea mi nueva piel. Entonces seré como los dinosaurios.

Luis Fernando Rangel es licenciado en letras españolas por la Universidad Autónoma de Chihuahua. Es autor de los libros Hotel Sputnik (Tintanueva, 2016); Poemas para un lugar común (ICM Chihuahua, 2018), Los líricamente desmadrados (Ediciones O, 2019) y Dibujar el fin del mundo (UACH, 2019). Coordinó la antología de poemas No haremos obra perdurable (Sangre ediciones, 2019). Ha publicado en revistas y suplementos culturales: Tierra Adentro, Visita al patio, Punto en línea, Punto de Partida, Himen, Hybris, Morbífica, Tragaluz, Sophía, entre otras. Actualmente es jefe de Unidad Editorial en la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH, editor de la revista Metamorfosis y conductor del programa radiofónico El pensador.