Cuando en el silencio
escuchamos la voz del tiempo
Por Alejandra
Hernández
Cuando en el silencio
escuchamos la voz del tiempo
no sabemos si el vacío
de aliento es grito en la garganta
o el insomnio es parte
de la mudez del alba
entonces
sentimos el peso del
cuerpo, la estrechez de las manos
y una lejanía nos agrieta
el alma.
La soledad es una
palabra rota que no conoce la memoria
que penetra en la sangre
y conturba el paso del aire
a los pulmones.
Pensamos en los
nuestros, recordamos primaveras,
asediamos con nostalgia los
pasados días.
Olvidamos nuestros
nombres
cuando la ansiedad se
perla en el frío,
tenemos miedo de no ser,
de no haber sido.
En el agobio de la duda
huimos a la luz
con un jadeo de
doloridos pasos
buscando entre los
restos de la noche
la distancia de los años
que arrugaron la piel
y los
sueños.
Alejandra Hernández Figueroa estudió en el Colegio Palmore y en Community College. Escribió y publicó los libros Tiempos de viento y humo cuentos, Hojasen poemas e Hilvanando cuentos. Publica habitualmente en revistas jurídicas y literarias.
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