Chat
Por Alberto Cabrera
No todos los propósitos de año nuevo se van cumpliendo. Pronto nos
damos cuenta de ello.
[…]
―Hace quince minutos te envié el mensaje, ¡ni por las palomitas azules
contestas!
―Ya te tengo miedo, compa. Nomás andas alborotando el gallinero. Y al
final ¡ni aportas!
―Justo es eso. ¿Te caes con las frías?
―¿Con este clima? Sino que apenas completo para la quincena. Bye. Ya
viene el siga.
―Pélame. ¡O táchame de tu lista!
―Ya lo he pensado; tonto no soy.
―¿Y luego?
―Después ¿con quién chateo?
Alberto
Cabrera ha transitado entre los caminos de las matemáticas y la filosofía, para
instalarse en la promoción cultural y humana. Andariego llamado a ser cosmopolita
por su nacimiento en la ciudad de México, se deja entrevistar por un café
compartido entre amigos, un paseo por una calle empedrada, la visita a un
templo colonial. Pasa una temporada en ciudad Chihuahua.
El personaje de este relato no se resigna a la soledad silenciosa y por eso chatea hasta con pequeños miserables. Y latosos.
ResponderEliminar