Panegírico del coloso muerto
Por Rubén Rey
He vuelto a abrir los ojos y solo veo sangre y fuego a mi alrededor. Cenizas
como rastros de guerra; gritos como embates actuales y aullidos como
irrefrenable derrota.
¿Qué precio tuve que pagar? Lo recuerdo y se me olvida. En mi cabeza,
las preguntas retumban como nuestros tambores.
El destino es más poderoso que la memoria. El camino que recorrí empieza
a dibujárseme poco a poco. Fui a matar, lo sé. Se trató de un alto jerarca, ¿un
rey acaso? La sangre azul mancha diferente las armas. Al final, no pudo
esconderse detrás de sus lacayos.
Mis manos ¡están frías como el acero! ¿También serán armas de guerra
ahora? ¿Qué soy? Este no es el cuerpo de un ser vivo, pero tampoco estoy
muerto. No siento el dolor y es un hambre rabiosa la que me carcome. Tengo que
retomar la brutal labor antes de que este cuerpo reconstruido termine por
matarme en lugar de darme una vida nueva.
Soy una monstruosidad andante, siempre marchando.
¿Sientes eso? Son las pisadas de un loco con un hacha. Tu cuerpo, sus
cuerpos; son un moretón para la tierra.
Me estoy impacientando. ¡Maten a los fuertes y aplasten a los débiles!
Sin vida en su interior, este cuerpo clama la de los demás. Odio la vida; sus
vidas y sus lloriqueos.
¡Mi sangre arde! ¡Los aplastaré a todos! Aliado, enemigo; ya no importa.
Como si fuera a morir de nuevo, mi vista se nubla. En un parpadeo, el
ciclo blasfemo se repite y al abrir mis ojos, las mismas palabras zumban como insectos
dentro de mi cabeza: "yo soy la guerra".
Con mi nuevo último aliento –aunque eterno en el ciclo bizarro donde
estoy inmerso– les grito que se levanten y que peleen. Rujo mis últimos
segundos dentro de la batalla y en mi muerte encuentro un sosiego mudo de paz.
El descanso ha terminado. Hay muertes que repartir.
Rubén
Rey es licenciado en ciencias de la comunicación, egresado de la Universidad
Regional del Norte. Sus andanzas lo han llevado a través de World Wildlife
Fund, la Asociación Municipal de Muay-Thai y el Instituto Estatal Electoral. Ha
sido locutor, corrector de estilo, articulista y escritor.
Rey, escritor de Chihuahua, se mete al monólogo interior de un señor que de muchas maneras es muy siglo XXI. Brutal.
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