Homilía, domingo 25 enero 2015
Por José Alberto Nava Aguirre
Queridos hermanos.
San Pablo nos habla en su carta a los Gálatas de la
plenitud de los tiempos, refiriéndose al momento de la encarnación del Hijo de
Dios (Ga 4,4). La irrupción de Dios mismo en la historia de la humanidad es sin
duda un momento de plenitud, de gracia sobre gracia: lo que los griegos
llamaban el kairós, un tiempo de calidad y calidez.
Todo en este
domingo, las lecturas, y en especial, el Evangelio, nos hablan de este tiempo
de plenitud, que requiere de toda la dedicación, energía, talento y alegría de
Jesús, y de los enviados por Él a prolongar su misión a lo largo del tiempo.
Sabemos que en cerca de tres años de intensa vida pública, Jesús, nuestro
hermano y salvador, se dedicó a predicar el Evangelio de forma integral: la
urgencia de que todos los hombres se vuelvan a Dios. Y los apóstoles, al
recibir el llamado, también son capaces de dejar todo y seguir al Maestro,
convirtiéndose en discípulos-misioneros, como recuerdan los obispos
latinoamericanos en Aparecida (2007).
¡Dediquemos
también toda nuestra vida, desde nuestro llamado particular, a extender el
Reino, a hacer creíble desde nuestras vidas el Evangelio, a predicar con obras
y palabras que el Señor está con nosotros, y que su presencia hace la
diferencia en todo!
Platicándoles
un poco de nuestra comunidad de Chihuahua. Ahora somos cuatro frailes, tres
sacerdotes (fr Tomás, fr Marino y un servidor) y un hermano cooperador (fr
Arturo). Estamos al cuidado de uno de los templos más antiguos de la ciudad:
San Francisco de Asís (1721), recientemente renovado en sus fachadas. Con todos
los cambios que tiene un centro histórico, hay una feligresía que desde todos
los puntos de la ciudad se congrega en este templo para orar, para confesarse,
para escuchar el sermón y participar en la Santa Misa. Los domingos tenemos
cinco Misas durante el día. Los frailes cuidamos la predicación, la formación
de coros y de equipos de liturgia. La gente participa y se entrega
generosamente. Ha sido difícil consolidar grupos más estables para la formación
continua y las pastorales específicas. Pero Dios nuestro Padre nos ha bendecido
con varios, entre otros: los seglares dominicos, el equipo de catequesis
infantil, el grupo de caridad Amigos de Asís, AC, la cofradía del Rosario, el
grupo de teología para seglares, el equipo de misiones Santo Domingo, el
Ministerio de enfermos y los MESaC (Ministros Extraordinarios de la Sagrada
Comunión). Confiamos en que, alimentados en su fe en este sitio, todos los
demás también puedan ir a dar Testimonio en sus familias, en sus lugares de
trabajo, en sus parroquias.
Un abrazo,
queridos hermanos, en oración,
fr Pepe op
José Alberto Nava Aguirre nació en la ciudad de México y vive en Chihuahua. Trabaja en la Casa Convento del Templo de San Francisco.
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