Esferas
Por
Reyna Armendáriz González
Teresa, una loquita sabia y campanuda como casi todos los
loquitos, pasa el día con una pelota amarilla que hace rebotar con rara y
festiva parsimonia sobre las banquetas mientras platica una y otra vez su
anécdota favorita:
―Me la robé. Siiií, me la robé, porque es que yo nunca,
nunca, nuuunnnnnca tuve pelota…
Un breve silencio hace que los forzados oyentes, medio
molestos, se descubran moviendo la cabeza babosamente al ritmo desafinado del
juguete.
―… por eso ahora que tengo pelota, la boto y la boto y la boto y
la boto…
Así también su hermana Macaria, al ratito que se jubile de
cajera de gobierno –ya casi a nada que está, casi a nada– va a agarrar la bola
(de años), a beber (chocolatito) a pintar (violines) y a viajar, viajar,
viajar, o lo que es lo mismo, se irá –con
dinero y sin dinero– a pasear la menopausia por Europa y la artritis por el
Medio Oriente; porque claro, en medio de la excelsa burocracia, cerros de
papeles inútiles, y el remolino de tanta venerable jeta, su vida tiene la cara
tan vistosa y alegre como la pelota de Teresa.
Ustedes no ven nada –porque ustedes nunca ven nada– pero
ella, Macaria Jiménez, siempre cuenta con solemne prisa feliz sus interminables
minutos amarillos… que bota y que bota y que bota…
Reina
Armendáriz González es licenciada en letras españolas y maestra en
educación superior. Ha dirigido durante años columnas de poesía en El Heraldo de Chihuahua y en otros
periódicos de Chihuahua. Sus textos están publicados en antologías y revistas
literarias y en sus dos libros de poemas: Estuario:
remotas estancias y Yace partido el
puente de la niebla. Es profesora de literatura en la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
En este relato van dos líneas paralelas, dos historias. En la prosa serena y labrada de esta poeta de Chihuahua, la visión que resulta es un reloj de sombra.
ResponderEliminarMe interesa saber el autor de esta obra año d
ResponderEliminarAutora, Reyna Armendáriz González.
Eliminar