Desposeída
Por Lulú Pérez
Carreón
No
son mías las palabras ni las cosas.
Ellas
tienen sus fiestas, sus asuntos
que a
mí no me conciernen.
Espero
sus señales como el fuego,
está
en mis ojos con oscura indiferencia.
No son míos el tiempo ni el espacio
(ni
mucho menos la materia).
Ellos
entran y salen como pájaros
por las
ventanas y puertas de tu casa.
Alguien
habla detrás de esta pared.
Si cruzara, sería en la otra estancia:
la
que habla soy yo, solo que no entiendo.
Tal
vez mi vida es una hipótesis
que alguno
se cansó de maginar;
un cuento interrumpido para siempre.
Estoy
sola escuchando esos fantasmas.
que
en el crepúsculo vienen a mirarme
con
ansia de que yo los incorpore:
¿Querría
usted negar, sufrir, interminable,
esas
hazañas que no me pertenecen?
Solo
que de pronto no puedo disuadirlos,
porque
no oigo ya mi soledad.
Y
estoy llena, saciada, como el aire,
de mi
propio vacío.
Y
continúo diciéndome lo mismo, que no tengo
una idea
clara de lo que soy.
Dónde
vivo, ni cuándo, ni por qué.
Alguien
habla sin fin en la otra estancia.
Nada
me sirve entonces. No estoy sola.
Estas
palabras quedan fuera, incomprensibles,
Como
los guijarros la arena el mar
que baña
cada noche las playas del mundo.
María
Lourdes Pérez Carreón es médica por la Universidad Autónoma de Chihuahua,
especialista en inmunología. Realizó estudios en La Habana, donde trabajó
algunos años. Es autora de algunos textos médicos, aún inéditos; siempre ha
escrito también poemas y relatos.
En este texto se van filtrando ideas y sensaciones en un reloj de arena. Ese reloj es la poesía. La hora que se marca al cristalizar el texto, es el poema de Lulú.
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