Aire
Por Elvira Catalina
Gutiérrez
Muy seguido sueño contigo.
La mayoría de los días siento como un leve airecito tu recuerdo. Eres una suave brisa. No sé si te interese,
pero se me antoja platicarte que estoy enamorada, tranquila y feliz. Feliz con la
simple sonrisa de mis hijos sanos y alegres.
Algo muy bueno tuve que
haber hecho para disfrutar de su hermosura; lo más bello que ven mis ojos, lo
más rico que tocan mis manos, lo mejor que pueden escuchar mis oídos; cuando pienso en ellos todo es infinito, y
puedo escribir los versos más cursis sin cansarme.
Me siento libre, lista para
desplegar con fuerza las alas del
espíritu. Mis ojos no se cansan de mirarlos, es por siempre, son por siempre,
placer infinito. Sentir en el impulso de su corazón la vida, es llenar de
eternidad la mía. Su respiración es la música perfecta para mis oídos.
Los latidos de su corazón
son el entendimiento perfecto de la felicidad. La verdad de mi paraíso. Les
cuento cuentos, les canto, los acaricio y se duermen, entonces en su sueño se
delata el esplendor de la creación.
Ellos me preguntan que por
qué soy su mamá, me alegra su pregunta, porque me encanta responderles que a ninguna
otra mujer la harían tan feliz como a mí, que juntos somos magia, ciencia y
milagro.
Con ecos de Rabindranath Tagore, de Gabriela Mistral, de Juana de Ibarbourou, y con su voz firme de literata profesional, esta autora escribe como los propios ángeles.
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