La zombi y el leproso
Por José Antonio García Pérez
Una tarde de
horizonte sanguinolento se toparon una zombi y un leproso. Atracción abyecta a
primera vista. Ella: el cuello quebrado y cabeza caída hacia su lado izquierdo,
ofrecía cierta ternura… si no fuera por una oquedad ocular vacía. Él: un hombre
joven con lepra. La ignorancia de su enfermedad lo llevó a la desidia, la
desidia lo llevó a la apatía, su apatía lo llevó a la… enfermería, donde
diariamente le tenían que estar cambiando las vendas. Las orejas y la nariz
habían desaparecido, eso fue lo que atrajo a la mujer, eso y los enormes ojos
azules llenos de asombro y de vergüenza. Él supuso que ella también era una
leprosa al notar como se le caía la piel, el hueso del codo que salía, el dedo
meñique de la mano derecha no tenía ya piel ni tejido, era puro hueso. Él
sintió lindas caricias en su cuello, en sus brazos, pero cuando le ofreció sus
todavía carnales y suculentos labios ella le mordió con voracidad, en cuestión
de minutos se le despertó un insaciable apetito. Es más duro e incontrolable
mantener el ayuno que iniciar un romance sin futuro. Roberto ya está dentro de
ella… muy dentro.
José
Antonio García Pérez fue el primer autor de Chihuahua que escribió un libro de
haikú, lo publicó la UACH, se llama Haikú:
Bonsai de poesía. También uno de narrativa: Textiario: cuentos para entretener a la bestia que llevamos dentro.
Es toda su vida profesor de literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de
la Universidad Autónoma de Chihuahua, donde también fue director.
No hay comentarios:
Publicar un comentario