En la foto Guillermo Samperio
El
texto breve
Por
Jesús Chávez Marín
17
agosto 1990. En un café en el centro
Se
inicia hoy una sección de textos brevísimos escritos por diversos autores. Se
trata de poemas, historias, aforismos, ensayos o máximas como las que a veces
hallamos, gotitas de rocío mañanero, al reverso de alguna hoja o calendario. O
como si en un café del centro platicaran una tarde Guillermo Samperio, E.M.
Ciorán, Rubén Mejía, Augusto Monterroso, Jorge Benavides Lee y Francois Rochefoucauld,
autores de miniaturas literarias y poemas japoneses.
Agua
Por Guillermo
Samperio
Aquella
mujer de falda amplia y cabello recogido vive en el calendario y es tan fresca
cuando se inclina ante los sedientes vasos para servir eternamente el agua con
el cántaro al hombro, que sus manos son el barro, son el agua, son el cristal
en los labios. Esa mujer que todos queremos es una leyenda, es un sueño, es la
vida.
En mi
mirada
Por Rubén
Mejía
En mi
mirada
hace espiga tu cuerpo
ese rayo de sol.
La
constancia de los sabios
Por Francois
de la Rochefoucauld
La
constancia de los sabios no es sino el arte de controlar su agitación dentro de
sí mismos.
Nuestros
días
Por Jorge
Benavides Lee
En
nuestros días prevalece un simulacro del ánimo muy marcado, una tentativa por
hacer creer a los demás que aún nos quedan muchas cosas por hacer.
Humildad
en la historia
Por Zacarías
Márquez Terrazas
Como aquel
obispo que decía: “Quiero pasar a la historia solamente por ser el hombre más
humilde de la tierra”
Génesis
de una farsa
Por E.
M. Cioran
En sí
misma, toda idea es neutra o debería serlo: pero el hombre la anima, proyecta
en ella sus llamas y sus demencias. Impura, transformada en creencia, se
inserta en el tiempo, adopta figura de suceso: el paso de la lógica a la
epilepsia se ha consumado. Así nacen las ideologías, las doctrinas y las farsas
sangrientas.
Postergaciones
Por Augusto
Monterroso
El
verdadero escritor no deja nunca de escribir; cuando deja de hacerlo dice que
lo pospone. En estas posposiciones puede pasársele la vida.
Nerudeano
de corazón
Por Esteban
Medina
Me
gustas cuando callas porque estás como quieres.
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