domingo, 29 de septiembre de 2024

Mario Islasáinz Por Marisol Vera Guerra

Mario Islasáinz

 

 

Por Marisol Vera Guerra

 

 

Hace 15 años, el poeta Mario Islasáinz me escribió desde Orizaba para invitarme a formar parte de una colección de poesía joven que estaba editando dentro de su editorial llamada Letras de pasto verde. Yo no lo conocía, y él tampoco a mí, pero me dijo, muy convencido, que le parecía una de las nuevas voces de la poesía mexicana que seguirían dando de qué hablar durante las siguientes décadas.

Me dejó conmovida y hasta intimidada por semejante responsabilidad: con esa aseveración me sentí comprometida a cumplir la profecía y mantener mi compromiso con la poesía, al menos, durante los siguientes 50 años.

Por entonces yo acababa de publicar mi primer libro y había sido incluida en algunas antologías, escribía en un par de blogs (que ya se han quedado en el archivo muerto) y estaba comenzando mi oficio de columnista en el periódico La Razón de Tampico.

Mi voz le pareció valiosa a Mario y publicó mi segundo poemario: Crónica del silencio sin pedirme nada a cambio, más que lo compartiera con otros.

Así era Mario.

Nunca se concretó el café que alguna vez dijimos que beberíamos juntos, y no lo pude saludar en persona, pero de alguna manera le conocí a través de las muchas iniciativas que tenía en favor de la poesía.

Hoy me enteré de que ha partido de este plano terrenal y solo me resta hacer una reverencia, con respeto y gratitud, para desearle buen viaje hacia la eternidad.

 

 

 

Marisol Vera Guerra estudió psicología en el Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de Tamaulipas, obtuvo el grado de maestría en ciencias de la educación por la Universidad de las Naciones en Veracruz. Sus primeras obras fueron publicadas por la editorial tampiqueña Voces de Barlovento. En 2008 fue responsable de la revista Anábasis, la cual formó parte de un proyecto respaldado por el Consejo Ciudadano de Tampico. Ha publicado los libros #SilaMuerteSeEnamoraDeMí (2019), Imágenes de la fertilidad: Canciones al hijo del viento (2016), Canciones de espinas (2014), Gasterópodo (2014), Nunca tuve la vocación de Ana Karenina (2012), Tiempo sin orillas (2009), Crónica del silencio (2009), entre otras. Es autora de las obras de teatro Lilith o El juicio de la serpiente, Fotografía sin luz, La caricia de los tulipanes y Restauración del paraíso.

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