El calor, el frío, el
viento, la humedad, la cercanía, la distancia
Por Sergio Torres
Es bien bonito estar vivo.
Uno siente el calor, el frío, el viento, la humedad, la cercanía, la distancia,
la ausencia, la complicidad, la inteligencia en una frase, en un silencio, la
comprensión en un apretón de manos, la hermandad en un abrazo, el dolor en el
sufrimiento del otro, en quien perdió a alguien cercano, la felicidad de la
libertad del niño que quiere que le cantes la misma canción por centésima vez.
Es bien bonito coincidir en
que los atardeceres son bellos, que los amaneceres son mejores si programas la
cafetera para que libere el aroma del café molido a la hora en que el sol sale,
que se vaya llenando la casa del perfume mágico que te despierta al tiempo que
la luz intenta pasar la cortina de la ventana.
Es bien bonito estar vivo,
aunque el cuerpo duela, aunque el otro sea otro y no te entienda, no te comprenda,
no se conecte en tu hilo de pensamiento, porque, a pesar de todo esto, está
contigo en los momentos de alegría o pena, en las altas, las medianas y las
bajas.
Es bien bonito estar vivo e
ir al cine, a caminar, por un elote, a mirar aparadores en el centro y escuchar
a Milagros, darse bola con Pancho, beber café y sentarse a ver la vida pasar. Porque
resulta que, estando en la compañía adecuada, la brevedad de la vida no se
siente, ni la eternidad del olvido.
Sergio Torres. Licenciado en Artes, músico desde la infancia, dibujante y compositor de canciones. Maestro de música por vocación.
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