De lejanías y no de soles
Por Maricela Duarte-Stern
De lejanía y no de soles
está hecha la tarde
rasgada a más no poder
amenaza con llenar el horizonte de recuerdos
al compás de un tango
y el sonido del viento entre la hierba
De valientes es el amor
los que se atreven a domar el fuego con las manos
mirar a los ojos de la salvaje fiera del destino
el acto amoroso se vuelve un pacto de locos
el que ama
y el que ingeniosamente
encuentra los límites de la
vehemencia
A veces
quisiera volver a embriagarme hasta el alba
pero encuentro las flores de su cobardía
No hay comentarios:
Publicar un comentario