Segunda
llamada
Por Liliana
Poveda
Para el Mono Múnera
Dónde te
escondes, viejo Leo,
un hombre no
se niega a vivir por nada.
Allá tan
lejos no te pueden alcanzar
la voz de la
mujer que llama a la leche vespertina,
el canto del
agua sobre las piedras de un río que aún transcurre y nadie ve.
¿Cómo vas a regresar
de esa
habitación sin puerta?
Detrás de
los muros hay una fiesta de mangos
y, alumbrando,
tintinean
las hojas de
un álamo viejo.
Han venido a
esperarte
los parques que
transitaste,
ahora
poblados de niños nuevos.
Están aquí
las flores
de un guayacán,
el sabor de
la naranja,
el perfume
del azahar y los contornos del aire.
La niñez de
tu hija
un nombre anclado
a tu barba,
los tangos,
las copas rotas.
Todos te
esperan.
El amigo que
sabe de aquella canción terrible
—tú llegaste a mí cuando me voy—,
las miradas
con luz de los que se hicieron hermanos,
la mujer que,
a veces, mira tu foto y sonríe,
el licor que
escucha las penas, aunque no pueda soliviarlas,
los
mamarrachos que ayudan a mantener la cordura,
la promesa
de otro día,
los restos
de humanidad
que aún le
caben al mundo.
Vuelve,
viejo querido,
aléjate de
la ausencia.
Quédate cerca
del beso que te dedica Gea,
de esta sal,
del intento
de existir,
de los
intentos de ser de todos modos.
Junio 23, 2011.
Liliana
Poveda se ha dedicado a la educación, investigación y escritura de textos
educativos, formación docente y comunicación. Es autora de libros de texto para
secundaria en formación cívica y ética, otros de preparatoria y para docentes
en temas de formación ciudadana. También tiene publicado un libro de poemas que
se llama Voces y erratas.
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